Seis antitaurinos con pantalón negro y tumbados sobre una tela amarilla que simulaba un ruedo se metieron ayer en la piel de los toros y hasta simularon recibir un par de banderillas. Con esta performance, el colectivo Igualdad Animal pedía la abolición de la tauromaquia.
En pleno arranque de la temporada taurina en Sevilla y a las puertas de los 18 festejos de la Feria de Abril, los miembros de la organización en defensa de los animales Igualdad Animal alzaron ayer sus voces críticas contra el tratamiento "vejatorio" que reciben los toros durante las corridas.
El lugar elegido fue la céntrica Plaza Nueva. Allí llevaron a escena su actuación reivindicativa, con la que pedían la "abolición de la tauromaquia" y en la que, incluso, llegaron a simular que se clavaban banderillas en la espalda. Lejos de conseguir hacer mella en la celebración de las corridas de toros que desde el pasado Domingo de Resurrección se celebran a diario en la Maestranza, el original espectáculo no dejó indiferente a nadie.
La representación era escueta pero con un mensaje directo. Cuatro hombres y dos mujeres, ataviados solamente con pantalón negro, se tumbaron sobre una tela amarilla redonda mientras que sus compañeros les iban pegando las banderillas con esparadrapo en las espaldas. Al mismo tiempo, les rociaban con un líquido rojo como si fuera sangre. Una imagen dantesca.
Ante la mirada expectante de viandantes y turistas, los componentes de la asociación implicados en la performance permanecieron quietos en el suelo. El silencio sólo era roto por las consignas antitaurinas que coreaba el resto de integrantes del colectivo Igualdad Animal, quienes además portaban pancartas en las que se podían leer lemas como: "Tauromaquia abolición", "Basta" y "Stop".
La protesta visual contó con una speaker que, altavoz en mano, explicaba el objetivo de esta pequeña pieza teatral: "Queremos representar el terrible sufrimiento de los toros en la plaza. Porque los animales sienten como tú", relataba la voz femenina.
"Respeto ya para los animales" o "el arte y la cultura no justifican un asesinato" fueron otros de los lemas que se pudieron escuchar en la Plaza Nueva. Entre las pancartas asomaban imágenes de toros vomitando sangre, otros corneando a un caballo y de uno de los astados con las banderillas clavadas.
El acto trató de "horrorizar" al público con una "imagen impactante" y lo "más real posible" del sufrimiento que padecen los toros en el ruedo. Eran las banderillas de los antitaurinos.
