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Barack Obama también conquista Berlín

Muchos alemanes vieron el jueves en el candidato demócrata a la Casa Blanca, Barack Obama, al nuevo John F. Kennedy. Cuarenta y cinco años después, Berlín se rindió de nuevo ante el más carismático de los líderes demócratas. Esta vez el escenario no fue la Puerta de Brandenburgo sino la Columna de la Victoria. (Foto: EFE)

el 15 sep 2009 / 08:36 h.

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Muchos alemanes vieron el jueves en el candidato demócrata a la Casa Blanca, Barack Obama, al nuevo John F. Kennedy. Cuarenta y cinco años después, Berlín se rindió de nuevo ante el más carismático de los líderes demócratas.

Esta vez el escenario no fue la mítica Puerta de Brandenburgo, reservada para los jefes de Estado (y Obama aún no lo es), sino la Columna de la Victoria. No obstante, la simbología de toda la puesta en escena era mayúscula en el único gran discurso que el senador de Illinois pronunciará en su gira por Oriente Próximo y Europa.

Después de un periodo de fuertes tensiones entre EEUU y la Vieja Europa a consecuencia de la guerra de Irak, Obama llamó ayer a la unidad de estadounidenses y europeos para hacer frente a las amenazas globales del planeta, como el terrorismo y el cambio climático, y recordó que "ningún país, por poderoso que sea, puede vencerlas por sí solo".

"El único camino es la unidad, derribar barreras y muros y construir en su lugar puentes", dijo Obama, desde la Columna de la Victoria, ante más de 100.000 personas, concentradas desde horas antes para escuchar su discurso.

Tras dar repetidamente las gracias a los berlineses, al pueblo alemán en general, a la canciller Angela Merkel y restantes políticos germanos con los que se entrevistó, Obama recordó que Berlín representa "el sueño y el anhelo de la libertad", en alusión a los tiempos de la división por el Muro. Aprovechó además para evocar la amistad germano-norteamericana nacida de esa situación, en tiempos del bloqueo soviético sobre el sector occidental de la ciudad y el puente aéreo aliado que abasteció a su población.

El aspirante recordó a continuación que, en un pasado no tan lejano, hubo "diferencias entre EEUU y Europa" -en clara alusión a la guerra de Irak- y prometió que "un nuevo gobierno americano" hará lo posible para que éstas no se profundicen. "Vamos a reorganizar el mundo", dijo, mientras la multitud le aclamaba, en un discurso de unos 25 minutos.

Obama se entrevistó previamente con la canciller Angela Merkel, y su ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, con quienes abordó la situación en los focos de conflicto internacionales en conversaciones por separado. Según hicieron público fuentes gubernamentales, Obama y Merkel analizaron la disputa nuclear con Irán, la situación de Afganistán y Pakistán y el proceso de paz en Oriente Próximo, en un diálogo calificado de "abierto"

La estancia de Obama en Berlín puso en jaque a la Policía, pues si bien no tiene oficialmente el estatus de jefe de Estado o Gobierno, el dispositivo de seguridad es similar. Los alrededores de la Columna de la Victoria fueron acordonados, todas las calles adyacentes al monumento quedaron cortadas al tráfico y para acceder al espacio reservado al público había que superar un riguroso registro.

Una hora antes de abrirse el discurso, unas 15.000 personas esperaban turno para entrar en el recinto acordonado, mientras dentro de éste otras 5.000 aguardaban al candidato. La cifra creció a los cerca de 100.000 a la hora del discurso.

La siguiente parada del demócrata es Francia, donde es esperado hoy con gran expectación, un país donde la prensa habla de "Obamamanía".

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