Cultura

"’Barbarismos’ satiriza la manipulación que se hace a diario del lenguaje"

Andrés Neuman reúne en un volumen sus peculiares entradas de diccionario

el 28 jun 2014 / 22:30 h.

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Todo comenzó como un juego, inventando definiciones de palabras alternativas a las que pueden encontrarse en un diccionario. Pero quienes conocen a Andrés Neuman (Buenos Aires, 1977) saben que siempre juega en serio, y esperaban que todo aquello acabara en libro. La expectativa se ha cumplido, y Barbarismos (Páginas de Espuma) acaba de llegar a las librerías. Neuman no solo maneja el lenguaje con maestría: también sabe reformularlo. / Foto: S. Hurst Neuman no solo maneja el lenguaje con maestría: también sabe reformularlo. / Foto: S. Hurst Cada una de estas entradas de diccionario recuerdan distintas facetas de la obra de este granadino de adopción: algunas parecen aforismos, otras microrrelatos, incluso versos. «Indudablemente cada una, en su intento de síntesis conceptual, tiene su contenido aforístico, o en efecto poseen su carga poética», afirma. «Pero todo el proyecto de escritura fragmentaria estaba desde el principio al servicio de una estructura. Lo trabajé en todo momento como libro, así que he cumplido la pequeña fantasía de escribir en todos los géneros al mismo tiempo. ¿Y no es el diccionario el más literario de todos los géneros?». Al mismo tiempo, la experiencia le ha servido para abordar cuestiones de actualidad, pues «me iba dando cuenta de que todo el proyecto se iba impregnando de la temperatura léxica y política ambiente. La crisis de las instituciones democráticas, el timo financiero en el que estamos embarcados, o con el que nos están hundiendo, la pérdida progresiva de derechos, se iban colando por los insterticios de Barbarismos», recuerda. «Al fin y al cabo, todo diccionario es un libro sigilosamente provisional. No es lo mismo la antigua definición de alcaldesa, que era la esposa del alcalde, que hoy, que es la exposa del expresidente», bromea Neuman. Por otro lado, el autor asegura que el volumen, prologado por José María Merino, «tiene mucho de sátira de la manipulación diaria que se hace del lenguaje, pero en el fondo es una declaración de amor a las palabras», dice. Y cuando se le recuerda la carga de humor que posee el libro, matiza: «Es humorístico, pero no chistoso. El chiste tiene como objetivo provocar la risa, el humor solo la usa como punto de vista. El chiste pertenece al ocio, el humor a la transgresión ideológica». Acostumbrado ya a que le pregunten si tal o cual universidad le parece «una necrópolis con cafetería», como él la ha definido, o si le apetece un poco de «lujo del hielo» para servirle un whisky, Neuman no se muestra dispuesto a pensar en una futura nueva entrega de Barbarismos: «Nunca he escrito un libro que sea la continuación de otro. Toda primera entrega viene de la duda, el asombro, el no saber qué estás haciendo. Las segundas partes tienen demasiadas cosas claras y preguntas contestadas».

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