Esta será la segunda vez que el campeón de Europa se mida al campeón de la liga profesional estadounidense. El único precedente data del 18 de octubre de 1997, en el Open McDonald's disputado en Palacio Omnisports de Paris-Bercy. Entonces, el Olympiacos cayó con estrépito (104-78), ante los Chicago Bulls de Jordan.
Trece años después, el baloncesto europeo y el norteamericano han igualado mucho sus fuerzas y Jordan se ha reencarnado en la figura de Kobe Bryant, la megaestrella de los Lakers.
Sin embargo, mientras que ante el Olympiacos la actuación de Air Jordan fue determinante (28 puntos y seis asistencias), la presencia de Bryant contra el Barça será más bien testimonial, pues el escolta se recupera de una lesión en la rodilla derecha.
Kobe Bryant, que se sometió a una artroscopia al término de la temporada, sólo jugó seis minutos el pasado lunes, en el amistoso que los Lakers disputaron en Londres ante los Timberwolves.
La contundente derrota del conjunto angelino (92-111), que tampoco puede contar con el pívot Andrew Bynum -intervenido como Bryant en una rodilla- confirma que la preparación de los hombres de Phil Jackson para afrontar esta nueva campaña se encuentra en estado incipiente.
El partido de esta tarde se adivina, no obstante, mucho más competido que el del pasado lunes. Los equipos de la NBA se autoexigen más cuando se enfrentan a uno europeo y el Regal Barcelona es, además, el mejor del continente.
El ala-pívot Pau Gasol, que se enfrenta a su ex equipo por segunda vez desde que cruzó el charco -en 2003 lo hizo con los Grizzlies de Memphis-, ya ha alertado a sus compañeros de los Lakers del potencial del conjunto que dirige Xavi Pascual, un equipo muy físico y con un potente juego interior que puede crear problemas a los angelinos.
De hecho, el Regal Barça ya demostró que puede ganar a los Lakers hace dos años, cuando a punto estuvo de dar la sorpresa en el Staples Center de Los Ángeles (108-104), con 34 puntos de Juan Carlos Navarro.
Desde entonces, los Lakers han ganado dos anillos y ahora le devuelven la visita a los catalanes, que quieren brindar al público del Sant Jordi su segunda victoria contra un equipo NBA.
Bryant se pasea por el raval. Ataviado con una sudadera, con la capucha puesta y gafas de sol -como si fuera una estrella de rock- el escolta de Los Ángeles Lakers Kobe Bryant apareció ayer en la cancha callejera del barrio barcelonés del Raval.
Allí lo esperaban un millar de aficionados. La mayoría poblando las gradas levantadas para la ocasión alrededor de la pista urbana; unos pocos apostados estratégicamente en las callejuelas adyacentes al recinto, para no perderse ni un detalle de la llegada del ídolo norteamericano.
Kobe se hizo esperar. Hacía rato que su compañero Pau Gasol ya estaba en la cancha y más tiempo aún de la llegada de los jugadores del Barcelona Juan Carlos Navarro y Ricky Rubio.
Los cuatro se habían acercado a este playground de Ciutat Vella para dirigir a los finalistas del Shot Faster, un torneo de 2 contra 2 en el que participaban ocho parejas locales y cuya principal característica es la velocidad en el juego, con cuartos de un sólo minuto y posesiones de ocho segundos en las que las canastas sobre la bocina valen el doble que el resto. Ganaron los chicos entrenados por Bryant y Ricky.
