El Festival Internacional de Cine del Sahara (Fisahara) se cerró ayer con el compromiso, especialmente del mundo del cine español, de crear de inmediato una plataforma de apoyo a la causa saharaui y realizar un largometraje con la participación de los refugiados.
El actor Javier Bardem -que se encargó de leer parte del manifiesto de clausura- destacó que "desde hace 33 años viven en este desierto 200.000 personas que fueron españoles" y consideró "urgente que la ciudadanía de España ayude a devolver la libertad al pueblo saharaui".
"Estamos en uno de los campos de refugiados donde se vive un mayor drama humano. El proceso de paz está bloqueado y afecta especialmente a los más débiles: niños, mujeres y ancianos", proclamó Bardem entre los aplausos del auditorio y el característico ulular de las mujeres saharauis. Los representantes del cine español pidieron al Gobierno de Madrid que "reconozca el estatus diplomático del Frente Polisario", como han hecho casi un centenar de países de todo el mundo.
Por su parte, el actor Willy Toledo aseguró que "las armas que vende el Gobierno español a Marruecos son las que sirven luego para torturar al pueblo saharaui" y destacó "el sufrimiento de los ciudadanos de los territorios ocupados que reivindican pacíficamente sus derechos y viven en sus carnes diariamente la violenta represión del ejército marroquí". Entre los presentes, además de los citados, estaban actrices como Rosa María Sardá, Luisa Martín o Dafne Fernández, actores como Fran Perea, Carlos Bardem, Carmelo Gómez y Javier Gutiérrez.