Tras un año de ausencia, el director de orquesta Daniel Barenboim se presentó ayer oficialmente en la residencia Lantana de Pilas, donde ensaya la Orquesta del Taller del Diván, para continuar defendiendo un proyecto que persigue poner paz y música allá donde sólo hay conflicto.
"Para conseguir la paz se necesitan muchas cosas, como batallar contra la ignorancia y reconocer que no se trata de un conflicto normal para el que no cabe ni una solución militar ni tampoco diplomática", dijo Barenboim en referencia a la enconada y enquistada lucha que mantienen judíos y palestinos.
El músico, que dirige la orquesta West-Eastern Divan, integrada por jóvenes músicos de Andalucía y de todos los países del entorno del conflicto de Oriente Medio, añadió que "hay que reconocer que se han cometido muchos errores y que hay que encontrar una solución justa" para ambos pueblos, el israelí y el palestino.
El de ayer fue el último ensayo que el maestro, considerando uno de los más grandes directores de orquesta del mundo, realizó con los jóvenes del Diván antes de emprender una gira por España y Europa. "Todo lo que rodea a esta guerra es anormal porque no se lucha por petróleo, por gas, por agua o por fronteras", añadió. Lo que allí sucede se debe a que "dos pueblos están convencidos de tener derecho a vivir sobre la misma tierra y ambos pueblos deben llegar al convencimiento de que su destino está unido", sentenció.
"Nos dicen que somos la orquesta para la paz, y eso resulta muy halagador, pero lamentablemente no es verdad", reconoció Barenboim al referirse a la situación en la zona de conflicto y al hecho de tener que haber suspendido este año un concierto en Jordania por problemas de seguridad: "Tampoco tiene sentido estar encerrados y rodeados por soldados y policías", añadió.
El director aseguró que el objetivo de la orquesta estará cumplido el día en que pueda actuar con libertad y sin problemas en todos los países de los que son originarios sus 120 integrantes, ya que también la conforman jóvenes músicos de Egipto, Turquía, Líbano, Siria, Jordania e Irán.
Como prueba de la fuerza y juventud de la orquesta, Barenboin señaló al miembro más joven de la formación para la gira de este año, el palestino de 12 años Feras Machour. Al recordar que en el programa de la gira se incluirá el primer acto de la Walkiria, de Wagner -lo que supone "la primera aventura con la ópera" de la orquesta-, Barenboim dijo que ver a Machour interpretando esa partitura con sus doce años "ya es toda una experiencia". Así podrá demostrarse el próximo miércoles, a las 21 horas, en el Teatro de la Maestranza.
