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Barrau vuelve a estar cortada tras casi tres años de obras del Metro

Desde el verano de 2005 y hasta el pasado 3 de julio, esta calle ha sufrido cortes, ruido, polvo... Y lo seguirá padeciendo, porque ahora es Emasesa quien está de obra. Foto: Juanma Rodríguez.

el 15 sep 2009 / 09:28 h.

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Aunque sólo lo recuerden los vecinos y los archivos del Metro, las obras en Barrau comenzaron en el verano de 2005. Desde entonces y hasta el pasado 3 de julio, esta calle de Nervión ha sufrido cortes, desvíos, ruido, polvo... Y lo seguirá padeciendo porque ahora es Emasesa quien está de obra.

Vecinos y comerciantes dicen que no despiertan de la "pesadilla", que están "indignados". Su calle lleva ya casi tres años en obras. El pasado 3 de julio se reabrió el último tramo que estaba ocupado por los trabajos del Metro, pero el respiro duró muy poco. Se veían ya muy felices, pero la maquinaria pesada y las vallas han vuelto. Ya no es el Metro, pero sí Emasesa.

"Es horroroso, ya estábamos recuperando la clientela y otra vez tenemos la valla delante y la calle cortada. Podrían planificar mejor las obras e incluso podrían haber instalado las canalizaciones por la otra acera, junto a la tapia del Colegio Portacoeli, para que no nos estorben más a vecinos y comerciantes", denunció ayer Juan Bustos, propietario de uno de los comercios del tramo de Barrau de nuevo en obras, la zona más cercana a Eduardo Dato.

Emasesa empezó aquí la renovación de la red justo después de que el Metro abandonase el otro extremo de la calle, el más próximo a Ramón y Cajal y, según fuentes de la obra, habrá zanjas y maquinaria, por lo menos, hasta principios de septiembre.

Los vecinos aseguran que la obra del Metro taponó los desagües y que, por esa razón, ahora Emasesa está cambiando la canalización. "Podrían haberlo hecho antes, pero no existe coordinación", criticó María en la puerta de su bloque.

Juan Bustos, por su parte, añadió que en el caso de su negocio, una peluquería, ha perdido el 20% de su clientela por culpa de las obras. Incluso apuntó que durante todo un año tuvo que cerrar y trasladar a su personal a otro local, para no despedirlo. "Me están destrozando el negocio con las obras", lamentó.

En julio de 2006, la confluencia de Eduardo Dato con Barrau, junto al edificio Huerta del Rey, recuperó el tráfico tras un año en obras por el Metro, pero los trabajos siguieron en el último tramo: el cruce entre Barrau y Camilo José Cela hasta el pasado 3 de julio. "Es una vergüenza, no nos dejan en paz", criticó un vecino del número 1 de Barrau.

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