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Barredo, profeta en su tierra, donde Nibali aguanta de rojo

El asturiano Carlos Barredo (Quick Step) logró ser profeta en su tierra al imponerse en la decimoquinta etapa de la Vuelta a España con final en los míticos Lagos de Covadonga, donde remató una fuga en solitario. El líder Vincenzo Nibali aguantó la ofensiva de Ezequiel Mosquera.

el 12 sep 2010 / 19:48 h.

Carlos Barredo, en las rampas de los Lagos de Covadonga.

El asturiano Carlos Barredo (Quick Step) se apuntó a la leyenda en su tierra con un triunfo en solitario en la decimoquinta etapa de la Vuelta disputada entre Solares y Lagos de Covadonga, en la que el italiano Vincenzo Nibali (Liquigas) salió indemne del ataque de Ezequiel Mosquera (Xacobeo) y mantuvo el maillot rojo de líder.

Asturiano y ganador en los Lagos. Un sueño hecho realidad para Barredo, de 29 años, ovetense de nacimiento y culo mollao, o sea, gijonés, de adopción. Tenía la carta señalada para este día, pero faltaba que saliera. Y salió en un lugar de leyenda, ante sus familiares y amigos. Alzó los brazos en uno de los santuarios del ciclismo español destacado, con un tiempo de 4h.33.09, en una jornada rápida que terminó con una media de 41,1 kms/hora.

“Le dedico la victoria a mi padre, por él comencé a correr porque hicimos una apuesta. Me dijo que me compraba una bici de montaña si subía a los Lagos. Decía que yo era un miedoso, y además el hombre lo pasó mal hace dos años porque le operaron de la aorta. Ha sido una victoria espectacular, con la gente gritando mi nombre”, dijo Barredo en meta, tras estrenar su palmarés en la Vuelta y firmar la quinta victoria desde su debut profesional en 2004.

Barredo anhela ganar una clásica de las grandes. Ganó la Clásica de San Sebastián en 2009, pero anhela conquistar el Tour de Flandes. Lo podrá intentar la próxima temporada con el maillot del Rabobank, su próximo equipo, pero, pero mientras llega el día, ha puesto su nombre en la lista de ganadores en los Lagos, junto a los de Pedro Delgado, Laurent Jalabert, Luis Herrera o Marino Lejarreta.

Por detrás, en la batalla entre favoritos, llegó séptimo Ezequiel Mosquera, que atacó a 5,5 kilómetros de la cima con la idea de castigar a Nibali. Se vació el gallego, que subió sin tregua pero logró apenas 10 segundos sobre el italiano y Purito Rodríguez.

Mientras Barredo coronaba los 12,5 kilómetros de ascenso, con lluvia y niebla, Vincenzo Nibali subía a ritmo detrás de Mosquera, acompañado de Purito y Peter Velits. El tiburón de Messina fue inteligente y no se cebó. Reguló encima de la bici, sufrió en La Huesera, cuando se marchó Mosquera, en las rampas del 15 por ciento. Pero salvó los muebles y el maillot rojo.

Nibali dio un paso importante en espera de la jornada reina con final en el inédito puerto de Cotobello. Sigue líder con los mismos 4 segundos sobre Rodríguez y 39 respecto a Mosquera. El líder del conjunto Liquigas espera la cronometrada de Peñafiel (46 kilómetros totalmente llanos) como agua de mayo.

Detrás, Fränk Schleck y Carlos Sastre cedieron más de medio minuto y Xavi Tondo fue el gran derrotado de la jornada a 1:40 de Nibali. Ahora es quinto en la general a 2:30, lejos de la pomada.

La etapa salió a todo gas de Solares, y con lluvia. Hasta el kilómetro 62 no se formó la escapada buena, pero fue la definitiva. Se metieron Barredo, los belgas  Kaisen y Van Avermaet (Omega) y Sijmens (Cofidis) el francés Cazaux (FdJ) y el eslovaco Martin Velits (HTC-Columbia).

Las diferencias de hasta 10 minutos dejaron claras las intenciones del pelotón. A pie del ascenso a los Lagos, Barredo atacó y dejó a sus cinco compañeros de escapada. Con el pelotón a 5 minutos, el asturiano se fue hacia la gloria en la cima más mítica.

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