La empresa municipal de limpieza de Sevilla (Lipasam) ha registrado en los últimos tiempos un incremento del vertido indiscriminado de bolsas de residuos sólidos orgánicos en mitad de la vía pública en el entorno de la Plaza de la Alfalfa, después de que los vecinos de la zona se hayan mostrado manifiestamente en contra de la supresión de los contenedores colectivos y su sustitución por cubos individuales.
El gerente de Lipasam, Rafael Pineda, indicó a Europa Press que, coincidiendo con el desacuerdo público de los moradores hace varias semanas con esta medida, "es verdad que ahora aparecen las bolsas de basura fuera de sus recipientes adecuados", principalmente en puntos donde antes había contenedores y ahora ya no y lugares como papeleras, portales o esquinas.
Aunque dicha práctica supone una "molestia" para los trabajadores de Lipasam, "que tienen que trabajar el doble cargando las bolsas una a una", Pineda aseguró que la empresa no entrará en una dinámica de enfrentamiento con los vecinos. Los operarios, de esta forma, seguirán desempeñando su labor, al igual que el Servicio de Inspección, que "hace lo posible para sancionar si se descubre quién ha dejado la bolsa".
Asimismo, el gerente de Lipasam quitó importancia al problema al asegurar que estas incidencias no están muy extendidas y expuso su convicción de que poco a poco la práctica de depositar la basura en contenedores individuales "irá calando, e incluso los propios detractores verán al final que es un triunfo colectivo importante".
"No deja de ser una conducta incívica de determinadas personas que incumplen las ordenanzas con una conducta vergonzante, pero cada uno debe ser responsable de sus hechos", concluyó.
QUEJAS VECINALES
Los vecinos, según declaró a Europa Press el vicepresidente segundo de la asociación vecinal 'Torre del Oro' y delegado de los asuntos de la Alfalfa, José Luis Villalobos, siguen quejándose de que "no hay respuesta" y prevén retomar las movilizaciones tras el verano.
Dado que en la zona ya quedan pocos contenedores colectivos por la progresiva implantación de los cubos individuales, y puesto que el "rechazo" vecinal a estos recipientes es mayoritario, la situación es tal que a tempranas horas de la mañana los contenedores clásicos "se encuentran rebosando, porque todos van a usar éstos".
"Hay muchas personas mayores que no pueden subir esos contenedores porque viven en plantas alta sin ascensor, y dejan las bolsas junto a las papeleras", lamentó Villalobos, que tildó la situación de "desastrosa".
