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BBVA ‘congela’ la pensión de su presidente en 79 millones

El banco ahorrará 178 millones de euros al suprimir los blindajes de directivos

el 05 feb 2010 / 22:15 h.

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En septiembre del año pasado la jubilación anticipada de José Ignacio Goirigolzarri, que dejó su cargo de consejero delegado del BBVA con una pensión cercana a 3 millones de euros brutos anuales, recibió un aluvión de críticas políticas y sindicales.

Después de eso, el banco dio ayer a conocer la decisión de congelar tanto el salario fijo como la pensión de sus directivos, de manera que su presidente, Francisco González, quien ya ha cumplido los 65 años -la jubilación se fija a los 70 años-, recibirá cuando deje de ejercer su cargo una pensión de 79,77 millones de euros, de los que 72,55 millones ya están dotados con cargo a resultados de ejercicios anteriores.

Esa pensión se ha congelado en una póliza de seguros cuyas prestaciones no podrá recibir hasta que abandone su puesto. Además, al haber cumplido ya los 65 años, el banco no hará nuevas aportaciones, explicó la entidad.

González percibió el año pasado un salario total de 5,32 millones, un 0,5% menos que los 5,34 millones ganados un año antes, según el último informe de Gobierno Corporativo registrado ayer en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

De esta cantidad, González volvió a cobrar el año pasado un sueldo fijo de 1,92 millones, que se mantendrá en 2010, en tanto que el salario variable (que se establece principalmente en función del beneficio y la eficiencia del banco) alcanzó los 3,39 millones, un 0,8% menos que los 3,42 millones de 2008.

El BBVA informó a la CNMV de que ha suprimido las indemnizaciones por cese para los consejeros ejecutivos, al tiempo que ha reducido sus obligaciones en materia de sus pensiones y ha congelado su salario fijo, reduciendo sus retribuciones variables y adaptando sus sueldos al actual entorno de crisis internacional. La eliminación de las tres posibles indemnizaciones para consejeros ejecutivos que existían supondrá para la entidad un ahorro de 178 millones de euros.

De esa cantidad, se contemplaban 94 millones para el presidente, otros 69 millones para el consejero delegado y 15 en el caso del secretario general.

Además, el comité de dirección del BBVA se redujo casi un 14,5% su retribución en 2009 respecto al año precedente, ya que -pese a contar con un miembro más-, sus salarios fijos pasaron de 6,8 millones en 2008 a 6,2 millones en 2009, mientras que los variables bajaron de 13,3 millones a 10,8 millones.

En el caso del nuevo consejero delegado del BBVA, Ángel Cano, que accedió al cargo el pasado septiembre sustituyendo a José Ignacio Goirigolzarri como número dos de la entidad, mantiene el esquema de jubilación anticipada estándar del banco (75% del salario pensionable antes de cumplir 55 años y 85% después de esa edad).

En cuanto al sistema de previsión de las pensiones -cuyas condiciones se habían mantenido desde la fusión del Banco de Bilbao Vizcaya y Argentaria-, el único compromiso que queda es con Cano, para lo que se han provisionado 13 millones.

El banco enmarca estos ajustes en las consideraciones del G-20 sobre la vigilancia del sector financiero, con atención a la relación entre el riesgo que asume la entidad con los salarios de sus directivos.

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