La economía no está para echar las campanas al vuelo, pero tampoco se están cumpliendo los peores presagios. Los datos con los que se cuentan del tercer trimestre apuntan a que hubo mejoría, aunque muy leve, que rondará el 0,1% o 0,2% de crecimiento en sintonía con el comportamiento de la primera mitad del año, pero apenas perceptible aún para permitir la creación de empleo.
El economista jefe para Europa y España de BBVA Research, Rafael Domenech, abrió ayer un nuevo espacio de reflexión sobre economía, Punto de Encuentro Económico, organizado por la Fundación Antares Foro y patrocinado por BBVA, en el que presentó el informe sobre la situación de Andalucía en el tercer trimestre.
Una de cal y otra de arena, pues no se perciben signos de recaída o de vuelta a la recesión, pero la evolución de la economía tampoco vislumbra un crecimiento sostenido, más bien síntomas de estancamiento.
Sin embargo, Domenech, que abogó por la cautela, consideró que la principal lacra de España, que además golpea con más fuerza a Andalucía -la elevada tasa de paro-, ya ha tocado techo, lo que supone el freno en la destrucción de empleo, aunque incide en que si se dan nuevos repuntes en los próximos trimestres, éstos responderán a factores estacionales, alejados ya de la crisis.
Habrá que esperar a mediados de 2011, tanto en Andalucía como en España, para que la creación de puestos de trabajo empiece a ser una realidad, fruto de tasas de crecimiento ya más fortalecidas, reseñó.
El economista precisó que, salvando la situación del paro, la realidad de Andalucía no diverge demasiado de la de España, y tampoco aprecia grandes diferencias en el ritmo de recuperación, que será algo más lento en la región por varios factores, entre ellos, por el peso que ha tenido en su modelo de su crecimiento el ladrillo, sobre todo, la inversión residencial. "Hay que hacer un esfuerzo por diversificar la economía productiva con actividades orientadas al sector exterior".
Y es que, de las claves que ofreció para anclar la recuperación económica y salir de la crisis con paso firme, una de las más importantes hay que buscarla precisamente fuera de nuestras fronteras. "Es importante tratar de abrirse al resto de economías", con la atención puesta en los países emergentes, que serán los que protagonicen las mayores tasas de crecimiento mundiales.
"Hay que llevar allí nuestros productos", sobre todo, teniendo en cuenta que será la demanda exterior la que tire del carro, visto el elevado nivel de endeudamiento de las familias y de las empresas españolas que, por cierto, es incluso más elevado en Andalucía.
Y llegados aquí, un toque de atención. Más diversificación, pues la agroalimentación acapara casi la mitad de todos los productos exportados y un reto, lograr desestacionalizar el turismo.
Rafael Domenech se mostró escéptico acerca de sectores productivos milagrosos. Más allá, abundó, lo fundamental es generar un entorno productivo que permita eliminar las barreras que impiden crecer a las empresas y promover incentivos que lo favorezcan.
Así, aludió a las últimas reformas acometidas por el Gobierno, aunque urgió a acelerar el proceso para sustentar la recuperación. Consideró que los avances "van en la dirección correcta", pero se mostró más preocupado por su desarrollo y traslado a la realidad empresarial, más allá de las administraciones.
Sobre la reforma laboral, admitió que hubiese preferido una "más ambiciosa y que hubiera llegado más lejos, aunque avanza en la reducción de la temporalidad y el aumento de la flexibilidad interna" de las empresas, y dio la bienvenida a la reforma del sistema financiero, todo un "buen ejemplo de que, cuando hay consenso político, somos capaces de hacer cosas bien hechas".
La apuesta por el capital humano y la educación
A la comunidad le toca apuntalar otra debilidad, muy vinculada al desempleo, que no es otra que mejorar el nivel de formación del capital humano, la base sobre la que se asienta todo lo demás. Y hacerlo desde la base, desde la educación.
Y es que el ámbito educativo desempeña un papel relevante en el crecimiento económico y en el grado de bienestar y, para ello, Andalucía debe, según el informe de BBVA, dar un "impulso financiero y organizativo para mejorar las perspectivas del sistema educativo andaluz".
¿Pero con qué objetivo? Pues, señala el estudio, tanto con la finalidad de incrementar la puntuación media como de reducir al máximo la bolsa de alumnos que se quedan descolgados.
En este sentido, Domenech abundó en que muestra "avances relevantes" que le han permitido converger con España tanto en igualdad de oportunidades como en el rendimiento de los estudiantes.
No obstante, Andalucía se sitúa aún por debajo de la media nacional en resultados, en gran parte porque la tasa de fracaso escolar es superior a la de España. Es ése precisamente el "gran reto pendiente" que hay que atajar en la comunidad.
Y es que, según los resultados del informe PISA, que Domenech detalló, el rendimiento y el esfuerzo de los estudiantes españoles se encuentran por debajo de la OCDE. "Los resultados en Andalucía permiten un cierto optimismo, ya que el rendimiento de los estudiantes andaluces prácticamente ha convergido con el resto de España cuando se excluyen los estudiantes que pretenden abandonar la carrera académica".
