El Grupo BBVA obtuvo un beneficio neto atribuido de 2.799 millones en el primer semestre del año, el 10% menos que en el mismo periodo de 2008, pero un resultado mejor que el esperado por los analistas, indicó ayer la entidad, que añadió que no tiene previsto realizar adquisiciones.
Así lo explicó el consejero delegado José Ignacio Goirigolzarri, quien precisó que la ganancia neta hubiera caído el 4,4% sin contar las plusvalías anotadas en el primer semestre de 2008 por la venta de la entidad brasileña Bradesco, las dotaciones por prejubilaciones y la provisión dotada para cubrir las pérdidas ocasionadas por la "gigantesca estafa de Bernard Madoff".
La entidad cerró junio con un ratio de morosidad del 3,2%, frente al 1,3% registrado un año antes, y una cobertura para insolvencias del 68%, que Goirigolzarri considera "adecuada" por la calidad de las garantías en las que descansa, aunque está muy por debajo del 167% de junio de 2008.
Preguntado por cuál podría ser el "techo" de la morosidad en España este año, Goirigolzarri mantuvo su previsión de que esta tasa terminará diciembre entre el 4% y el 5%, aunque pronosticó que el pico más elevado se alcanzará a finales del próximo año o principios de 2011.
Sobre los planes de crecimiento del Grupo, el consejero delegado aclaró que la estrategia del BBVA pasa por continuar creciendo de forma orgánica, aunque dejó entrever la posibilidad de adquirir alguna red de oficinas en EEUU, lo que "no requeriría mucho capital", matizó.
Respecto a los últimos cambios introducidos recientemente por el Banco de españa en el sistema de provisiones de la banca, Goirigolzarri señaló que para el Grupo el efecto es "muy pequeño" y aseguró que "si uno tiene buenas carteras hipotecarias, el efecto es muy escueto".
