La crisis hipotecaria y financiera internacional no ha hecho mella en el BBVA. El segundo banco español logró apuntarse en 2007 unos beneficios de 6.126 millones de euros, un 29,4% más que el ejercicio anterior, si bien la mejora habría sido del 22,8% si no se tuvieran en cuenta los ingresos extraordinarios.
Además, el presidente de la entidad, Francisco González, indicó que, a pesar de que la crisis subprime forzará un "entorno complicado" para 2008, el banco mantendrá sus objetivos para captar 8,2 millones de clientes nuevos (un 20% más) en 2010.
Por su parte, una de las variables que ha puesto de relevancia la crisis y que ha adquirido especial importancia dentro de los balances de las entidades financieras, la morosidad, aumentó seis centésimas desde el 0,83% al 0,89% con una cobertura del 224,8%, también algo peor que la del ejercicio anterior, que era del 272,8%.
El banco explicó que si no se consideran los resultados no recurrentes, entre los que se encuentran las plusvalías por la venta de la participación en Iberdrola, el resultado obtenido en 2007 hubiera sido de 5.403 millones, un 18% más.
En este sentido, si se suman las plusvalías obtenidas por la venta de inmuebles dentro del proyecto del nuevo Centro Corporativo, los resultados de carácter singular ascienden a 724 millones una vez descontadas las aportaciones a la Fundación BBVA para las Microfinanzas y las dotaciones por prejubilaciones ligadas al Plan de Transformación anunciado en el Investor Day.
En las cuentas del banco presidido por González destaca el crecimiento de los ingresos, ya que el margen ordinario se incrementa el 15,5% con respecto a 2006, y el margen de intermediación lo hace el 16,7%.
Los ingresos generados por comisiones netas se han elevado hasta los 4.723 millones en 2007, con un avance del 9%.
Ante la preocupación por el impacto de la crisis en EEUU, el consejero delegado de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, afirmó que el negocio en Estados Unidos del banco español está mejor preparado para afrontar la crisis financiera que la media de los bancos estadounidenses.
