La sevillana Beatriz Manchón arribó ayer junto con la expedición española a Hungría, donde se disputa desde el miércoles una nueva edición del Campeonato del Mundo de piragüismo, en la localidad de Szeged , donde la palista del Labradores tratará de sellar su pasaporte para los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
A sus 35 años, Bea centrará sus esfuerzos en la prueba del k-4 500 metros, que comparte con las asturianas Isabel García y Jana Smidakova y la gallega Teresa Portela y que se halla en el programa olímpico. Una decena de barcos sellará en aguas magiares su billete para Londres, si bien sólo ocho europeos podrán acceder a los Juegos.
La sevillana, toda una experta en mundiales, viaja con cierta cautela ya que se ha incorporado a la embarcación algo tarde al estar recuperándose de su lesión en el hombro: “Es un año un poco especial por la baja de Sonia Molanes, que acaba de ser madre, y yo no me he podido unir al equipo hasta después del Europeo. Pero estamos haciendo unos tiempos similares a los de otras temporadas y creo que es muy asequible clasificarse para los Juegos”.
El jueves competirá el K-4 500 en las eliminatorias en busca del pase a la final (viernes), en la que habrá nueve embarcaciones. Manchón advierte de la pujanza de países como “Bielorrusia, que logró desbancar en el Europeo a Alemania y Hungría, y el Reino Unido, que ha estado muy arriba en la Copa del Mundo”.
Una vez solventado el objetivo, la sevillana participará junto a Jana Smidakova en el K-2 200 (sábado y domingo), no olímpico pero estimulante: “No hemos podido entrenar la prueba, pero para nosotras es un premio e iremos a por todas tras ser quintas y sextas los dos últimos años”.
El campo de regatas de Szeged es muy familiar para Bea, que logró allí en el Mundial de 1998, hace ya trece años, dos bronces en las mismas pruebas que hará este año: “Es una pista conocida, también en el Europeo 2002 logramos varias medallas, pero si sopla el viento lateral perjudica mucho a algunas calles”, explica.
