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Bécquer a la expectativa

Los vecinos prefieren esperar a que se produzca el cambio de sentido para comprobar su efecto.

el 15 feb 2010 / 21:36 h.

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La respuesta de los vecinos de esta calle tras hacerse pública la intención del distrito Centro de cambiar su sentido ha sido la del escepticismo. Mientras gran parte de éstos teme que la circulación por esta vía aumente de foma considerable, otros, como los usuarios de garajes, creen que se verán directamente perjudicados.

"El aparcamiento va a estar peor de lo que está", asegura María del Carmen Lavado, hostelera en esta calle. "Va a ser horroroso", añade, "porque yo además vivo en Torneo, y por las noches cuando salga de trabajar van a estar todos los sitios cubiertos allí". La salida a la Barqueta es, para María del Carmen, la que provocará que se desvíe el problema del tráfico a la avenida. "Desde que quitaron los aparcamientos en la Alameda, se fueron todos los coches a aparcar a Torneo".

Una postura diferente es la que mantiene Walter Soler, vicepresidente de Asociación de Empresarios de Bares y Restaurantes de la Alameda (Asebra), quien se muestra "contento" porque "no se va a tocar la plaza". Sin embargo, Soler cree que "la solución es mucho más compleja que un cambio de sentido de una calle", y aboga por "retomar la idea de más transporte público y aparcamientos". A pesar del logro, Soler también se ve afectado: "Vivo al otro lado de la Alameda, y tengo que hacer 5 kilómetros para cruzar sólo 5 metros".

El problema del acceso se traslada ahora a los propietarios de una plaza de garaje en Bécquer. Andrés Martínez es uno de ellos, y se siente "afectado y perjudicado" porque "para poder entrar tengo que acceder por Feria desde el Centro hacia fuera". Tan sólo en esta calle "hay al menos cuatro garajes", afirma, y en el suyo unas 20 plazas. Calles como Faustino Álvarez, Peral, Antonio Susillo y Relator también verán dificultado su acceso, que se tendrá que hacer desde Resolana, por medio de la calle Torres. "Al principio de esa calle aparcan coches a ambos lados, y es muy difícil no darle a los retrovisores", insiste Andrés. "Tendrían que quitar por lo menos una fila de coches".

Al margen de las complicaciones singulares de algunos vecinos, la mayoría opta por aguardar a ver cómo funciona la propuesta. "Ahora mismo es un rollo", atestigua un vecino de Vib Arragel. "No sé cuando lo prueben cómo será". En esta línea se posiciona uno de los presentes en el bar de María del Carmen: "Habrá que esperar a verlo", secunda. "Yo antes estaba en contra del sentido único de la Ronda, y una vez ya hecho estoy a favor".

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