Cultura

Belén López, un Goya soñado desde el Sur

La actriz, forjada en el abandonado CAT, opta al premio a la Mejor actriz revelación por ‘15 años y un día’

el 07 feb 2014 / 23:02 h.

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Belén López A dos días escasos de la ceremonia de entrega de los Goya, Belén López conjura los nervios trabajando –actualmente rueda la serie Amar es para siempre–, pero asegura que junto a la natural ilusión y la alegría de su candidatura a Mejor actriz revelación «estoy de lo más sensible», se disculpa nada más empezar la entrevista. «Desde que supe que estaba entre las nominadas, las emociones están a flor de piel». No es para menos. El de esta sevillana de 1970 es uno de esos casos de talento cocinado a fuego lento, paso a paso, desde hace dos décadas. Por eso no deja de tener su gracia que la Academia la haya descubierto ahora, gracias a su papel en el filme de Gracia Querejeta 15 años y un día, uno de los favoritos de este año. «No puedo imaginar una categoría más bonita que la de actriz revelación», dice con toda humildad López. «Nunca fui presentada a una candidatura, así que es lo que me corresponde. ¡Y me encanta!» Por otro lado, la artista es de las que llevan muy a gala no solo su origen sureño, sino su formación primera. Como otros notables del cine español como Paco León, Álex O’Dogherty, José Luis García Pérez o Paz Vega, Belén López pertenece a la factoría del abandonado Centro Andaluz de Teatro (CAT), que recuerda con profunda nostalgia. «Piensa que yo hice un año de Periodismo, otro de Empresariales... Hasta que llegué al CAT y supe que aquello sí, que por fin estaba donde tenía que estar. Iba de una clase a otra, y cada una me gustaba más que la anterior... Fue un sueño cumplido». De nuevo la emoción la asalta cuando evoca a sus mentores en aquellos años: «Aprendí mucho de Mariana Cordero, de Juan Carlos Sánchez, de Cárlos Álvarez, de Juan Motilla, de Juan Luis Rodriguez Buzón... Recuerdo también con mucho cariño a Miguel Garrido, que ya no está con nosotros, y que me enseñó las bases del clown. Son cosas que me han servido no solo para el trabajo, sino para la vida». Tal vez por eso, la actriz lamenta que aquel sueño se malograra. «Me da pena que los que vengan no puedan disfrutar del CAT. Ha sido una inversión maravillosa, como queda demostrado en la cantidad de grandes profesionales que han salido de allí, y que siguen dando guerra. El CAT fue una escuela diferente, libre y abierta», agrega. Luego llegaría sus primeros pequeños papeles en Leyendas, Plaza Alta o Castillos en el Aire, donde iría trabando amistad con gente como Pepe Quero o Paco Tous, hasta que dio el salto a la capital de España. Allí, además de seguir fogueándose en series como Motivos personales, Los Serrano o Ana y los 7, y adentrarse en el mundo del largometraje con títulos como 15 días contigo, Llévame a otro sitio o Recambios, fue durante algún tiempo una de las mujeres más envidiadas de España como compañera sentimental del actor Miguel Ángel Silvestre. A la selección de 15 años y un día llegó, sin embargo, con su arte como atributo principal. «Y me lo llevé», celebra como si acabara de ser seleccionada. «Para mí ese ya era el premio». Para la directora Gracia Querejeta solo tiene elogios: «Sabe latín, es una profesional como la copa de un pino. La llamamos la directora que susurraba a los actores, porque en los rodajes no hay ni un grito. Es como si no estuviera, y al mismo tiempo mueve todos los hilos. La miras a los ojos, la ves asentir y piensas: ya está. Al final, como todo en la vida, se trata del boomerang de la confianza». Belén López conoce bien a sus rivales –Natalia de Molina por Vivir es fácil con los ojos cerrados, Olimpia Melinte por Caníbal y Maria Morales por Todas las mujeres–, y subraya que «pillar un Goya no es nada fácil. Sé con quién me las juego». Pero promete «disfrutar todo lo que pueda y celebrarlo con los que quiero, porque ya me siento ganadora». La anunciada ausencia en la gala del Ministro de Cultura, José Ignacio Wert, cree que «es tremendo que no venga al evento por excelencia del cine español, es tremendo. Él sabrá. Estoy muy triste por todo lo que está pasando, me duele ver a compañeros maravillosos en paro, a compañías veteranas cerrando... Pero no me quiero quedar con la tristeza, sé que nos recuperaremos». Con ese espíritu afronta la sevillana una nueva etapa de su carrera. «Quiero seguir haciendo personajes de mujeres distintas. Siempre pienso ¿será este mi último papel? Y los hago como si en efecto lo fueran», afirma. De momento, el próximo que queremos que encarne es el de ganadora de un Goya. «No llevo papelito preparado ni nada, pero si hay que salir se sale, ¿eh? Es muy difícil que me tenga que levantar. Si toca, lo único que puedo hacer será agradecer, agradecer y agradecer», apostilla la actriz.

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