El ex líder rebelde y ex vicepresidente de la República Democrática del Congo, Jean-Pierre Bemba, ha sido transferido desde Bélgica a la prisión en La Haya de la Corte Penal Internacional (CPI), instancia que le acusa de crímenes de guerra y lesa humanidad.
La portavoz del registro de la CPI, Silvana Arbia, declaró en un comunicado que la Corte "aprecia los pasos dados por las autoridades belgas en la detención y traslado de Bemba", que fue detenido en Bélgica el pasado 24 de mayo.
La acusación contra Bemba, ex miembro del Movimiento de Liberación del Congo (MLC), se basa en cinco cargos por crímenes de guerra y otros tres por crímenes de lesa humanidad presuntamente cometidos en la República Centroafricana entre octubre de 2002 y marzo de 2003.
Bemba fundó en 1998 el Movimiento de Liberación del Congo (MLC), el grupo armado con el que luchó contra el presidente del país, Laurent Kabila, y el que, aliado con otras fuerzas políticas, le permitió presentarse en las elecciones de julio de 2006.
En la guerra civil que estalló en la RDC en 1998, el MLC, uno de los grupos combatientes, recibió apoyo de la vecina Uganda. En ese conflicto, Bemba fue acusado de numerosos crímenes de guerra y de canibalismo, cargos que siempre ha rechazado.
Los acuerdos de paz que terminaron en 2003 con la guerra civil congoleña permitieron a Bemba ocupar una de las cuatro vicepresidencias del país, que asumió el 17 de julio del 2003.
Un año antes, el grupo de Bemba fue "invitado" a sofocar una rebelión armada en la República Centroafricana por el entonces presidente, Ange-Félix Patassé, quien finalmente fue derrocado en marzo del 2003.
Pero las atrocidades cometidas por el MLC en la República Centroafricana llamaron la atención de la comunidad internacional.
Según el acta de acusación de la CPI, las milicias del MLC llevaron a acabo un ataque sistemático y generalizado contra la población civil de la República Centroafricana, donde perpetraron torturas, asesinatos, atentados contra la dignidad personal, trato degradante y pillaje.
La noticia de la transferencia de Bemba coincide con un momento difícil para la CPI, cuyos jueces decidieron el miércoles pasado que el también líder rebelde congolés Thomas Lubanga sea puesto en libertad porque no pueden garantizar un juicio justo.
La razón es que la fiscalía no divulgó a la defensa una serie de documentos con material potencialmente exculpatorio para Lubanga.
La CPI también ha celebrado en el Palacio de La Paz el décimo aniversario del Estatuto de Roma, que estableció las normas de su funcionamiento.
Durante la celebración, el ministro de Exteriores holandés, Maxime Verhagen, declaró que espera que la CPI "sepa afrontar retos" como el que representa el juicio a Lubanga.