La Asociación de Vecinos de Bellavista no piensa quedarse de brazos cruzados mientras se construye un edificio de dos plantas con aparcamientos en los terrenos de la Real Venta de Antequera, un edificio cargado de historia y simbolismo. Esta entidad ha iniciado una campaña de recogida de firmas en internet, en www.change.org (puede firmar aquí), y en el barrio, para reclamar a la Consejería de Cultura que evite que este espacio acabe ocupado por otro supermercado. El presidente de la asociación, Dámaso Lombardo, defiende que esta venta es un inmueble singular de Bellavista desde hace muchísimos años mientras que en Sevilla hay miles de metros cuadrados para levantar tiendas. No entendemos cómo el Consistorio permite que se la carguen. No vamos a consentir que nos metan un Aldi, cuando ya tenemos al lado el edificio comercial Expo Local y casi todos los hipermercados cerca, explicó a El Correo.
Según relató Lombardo, los herederos del empresario Gabriel Rojas, propietario de la finca, están obligados a adecentar esta zona histórica, pero se han limitado a poner parches. No cumplen la Ley de Patrimonio y ahora, de repente, llegan a un acuerdo con el Ayuntamiento y sellan esto. Pero no puede ser una cosa de tres. La Junta tiene que actuar. Si levantan ese edificio, se ocultará esta construcción de 1927 y la Venta de Antequera quedará reducida a un tubo al fondo, una vergüenza.
La asociación recuerda que la zona sur de Sevilla cuenta con escasos hitos patrimoniales, como la ermita de Valme o esta venta, por lo que demandan al Consistorio que se utilice para dotar de un centro cultural a Bellavista.
El pasado 8 de marzo la junta de gobierno del Ayuntamiento aprobaba el estudio promovido por el grupo constructor Gabriel Rojas para aprovechar urbanísticamente los suelos del entorno de esta venta, ubicada en la avenida de Jerez. Este documento, según el Consistorio, mantenía con todas sus características las edificaciones significativas de la construcción original y de los edificios que conformaron el Pabellón de las Tierras de Jerez en 1929.
El estudio reordenaba la zona semivacante de los corrales de ganado, de unos 6.500 metros cuadrados que dan al bulevar de Bellavista, y proponía sustituir las edificaciones destinadas a celebraciones posteriores a la construcción inicial, al considerar que carecen de valor arquitectónico o patrimonial, por un nuevo edificio de carácter extensivo, de un máximo de dos plantas de altura y con usos terciarios.
HISTORIA DEL EDIFICIO. Fue en torno a 1927 cuando la Venta de Antequera, en lo que hoy es Bellavista, se convirtió en un lugar tradicional para el hospedaje y congregación de ganaderos y toreros, otorgándole poco después el monarca Alfonso XIII el título de Real. En 1929 se consolida como enclave singular al albergar el Pabellón de las Tierras de Jerez, que incluía espacios para las reses bravas y una plaza de toros. Hasta el año 1987, este espacio estaba estrechamente vinculado a la actividad taurina, aunque desde entonces sólo sirvió como recinto de celebraciones. Es propiedad de los herederos de Gabriel Rojas.
