Rafael Belmonte, Alfonso Lozano, Adolfo Arenas, Dolores de Pablo y Pía Halcón, ayer durante la presentación.
La hermandad del Dulce Nombre de Bellavista ha visto cumplido uno de sus sueños. Y no se trata de la autorización eclesiástica para hacer estación de Penitencia a la Catedral, sino de la apertura de un comedor social a primeros de mayo que ofrecerá un centenar de comidas al día a personas que están pasando por serios problemas por culpa de la grave crisis económica.El nuevo centro social, que fue presentado ayer en la sede del Consejo General de Hermandades y Cofradías , lleva "dieciocho meses de gestación", según concretó el hermano mayor del Dulce Nombre, Alfonso Lozano, y atiende a una necesidad real del popular barrio sevillano: la falta de alimentos en muchas casas. "Nos dimos cuenta de este problema porque se repartían muchas bolsas de comida en la parroquia, y hay muchos vecinos que lo están pasando realmente mal", puntualizó Losada.
Las instalaciones de esta obra social se ubican concretamente en la calle Manuel Gonzalo Mateu, 28 , y la apertura del centro también se debe en gran medida a la generosidad de Baldomero Gancedo. Éste era propietario de un salón de celebraciones y ahora, tras su jubilación, ha decidido ceder las instalaciones en régimen de alquiler para el comedor social. Dado que el local cuenta con todos los equipamientos necesarios, incluso la licencia de apertura, "todas las gestiones han resultado muy fáciles", recordó el hermano mayor.Aunque la capacidad del comedor ronda las ochenta personas, está previsto que se atiendan puntas de asistencia de hasta un centenar de personas.
Además, el Dulce Nombre de Bellavista tiene ya comprometidos a los voluntarios, alrededor de cuarenta, que colaborarán en las diferentes tareas que harán falta tales como seguridad, limpieza, cocina, etc.
Las comidas, que se servirán en horario de 14.00 a 16.00 horas, estarán compuestas de una ensalada, un primer plato más contundente -normalmente será un guiso- y postre, además de pan, agua y café. Igualmente, los responsables del comedor social también han planeado prestar asistencia a domicilio a aquellos usuarios que por el motivo que sea no puedan desplazarse físicamente hasta el centro o bien la asistencia vaya destinada a menores de edad, que por ley tienen prohibida la entrada a este tipo de centros.
El presupuesto necesario para el correcto funcionamiento del comedor asciende a 66.000 euros anules. Según concretó Alfonso Lozano, el 20% lo destinará el Ayuntamiento de Sevilla y el resto se obtendrá de diversos acuerdos de colaboración, unos ya firmados y otros aún en fase de negociación. De los confirmados, Lozano precisó que colaborarán de forma activa con las instalaciones el hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz, el colegio Entreolivos -que proporcionará todo el pan necesario durante todos los días del año- y el hospital de Valme. Además, la hermandad ha habilitado una cuenta corriente para todos aquellos ciudadanos que quieran aportar un donativo. "De momento, con lo que hay, ya tenemos garantizado que el comedor podrá funcionar sin problema alguno hasta el 31 de diciembre", apostilló Lozano.
Respecto a la asistencia social que recibirán los usuarios del comedor, el hermano mayor explicó que la entrada será completamente libre y no requerirá ningún tipo de estudio previo del demandante de alimentos, aunque sí especificó que a todos los usuarios les atenderá un asistente social para intentar ayudar y reconducir su situación personal.
Por último, el hermano mayor de la corporación de Bellavista, y a pesar de la alegría por ver culminada esta obra social del barrio del barrio sevillano, remachó antes de concluir la presentación del comedor que "la noticia más importante sería anunciar el cierre del comedor social, ya que significaría que la crisis económica ha terminado".
