A Mariano Bellver se le agota la paciencia. Ayer volvió a pedir a la Junta y al Ayuntamiento que le aclaren dónde se ubicará su importante colección de arte, a pesar de que la pasada semana, ambas administraciones le pidieron que esperara a que se tasen las 300 obras que la componen. El mecenas ha dado un paso más y avisa de que tiene más ofertas sobre la mesa.
"Yo hoy estoy bien de salud, pero tengo 83 años, mañana no sé cómo estaré y no me gustaría dejar este asunto sin resolver a mi mujer", afirmó ayer a este periódico Mariano Bellver, quien dejó claro que quiere que Sevilla disfrute de la colección de arte que lleva atesorando toda su vida. "Para mí la prioridad es llegar a un acuerdo con la Junta y el Ayuntamiento, porque es a lo que me había comprometido, pero desde octubre no me dicen dónde irán mis obras, si al Palacio de Monsalves -futura ampliación del Bellas Artes-, o al museo actual, en cuyo caso, me tienen que decir cuántas salas van a cederme, porque mi colección -compuesta de lienzos, estatuas, muebles, orfebrería y objetos preciosos del siglo XIX- debe exhibirse íntegra".
La prioridad de este coleccionista es saber dónde irá su obra y, sobre todo, cuándo se firmará el acuerdo de cesión. "Para mí la tasación es lo de menos, yo quiero que me digan dónde y cuándo, y a partir de ahí, en 24 horas resolvemos los otros detalles".
Aunque este amante del arte está decidido a llegar a un convenio con ambas administraciones, advierte de que tiene más ofertas sobre la mesa que garantizarían también la permanencia de su obra en Sevilla y dejarían fuera de la operación al Consistorio y al Gobierno andaluz. Además, apunta que como "última opción" contempla la posibilidad de crear una fundación que se haga cargo de su colección, para la que, según dice, no faltarían apoyos.
Según fuentes de la negociación consultadas por este periódico, hay varias cajas de ahorro andaluzas que se han interesado por las obras de Bellver, si bien, con ninguna de ellas se ha negociado un posible acuerdo, y menos desde que la Junta y el Ayuntamiento reactivaron las conversaciones.
Pese a las advertencias, todo parece indicar que la sangre no llegará al río. Tanto la Junta como el Ayuntamiento están decididos a llevar a buen puerto este proyecto, aunque saben que cuentan con un obstáculo, la avanzada edad de Bellver, quien ve con preocupación unos dilatados trámites administrativos que, bien es cierto, podrían estar ya resueltos de haberse iniciado antes las negociaciones, desbloqueadas una vez que quedó descartado el Museo Thyssen.
