La sensación del Betis en este amanecer de la temporada es Beñat Etxebarria, un chaval de 23 años que llegó a Heliópolis casi por casualidad, que no fue llamado por Pepe Mel para realizar la pretemporada y que de buenas a primeras, a partir de una excelente actuación en la segunda parte de la eliminatoria copera contra el Salamanca, se ha convertido en uno de los mejores elementos del conjunto bético. El problema para la entidad de La Palmera es que el contrato de este mediocentro natural de Igorre (una pequeña localidad vizcaína entre Bilbao y Vitoria de la que también es nativo el ex ciclista Iban Mayo) expira el próximo 30 de junio, así que los dirigentes verdiblancos están obligados a hacer algo para que su nueva joya no se vaya a ningún sitio. Y ofertas va a haber porque la irrupción del chaval ya ha llamado la atención de un equipo de su tierra, la Real Sociedad, e incluso hay quien afirma que el Athletic, que no contó con él pese a debutar en el primer equipo, ha preguntado por su situación.
El caso es que Beñat, en sus condiciones contractuales vigentes, es libre de negociar con cualquier equipo a partir de enero. El Betis va a intentar que no sea así y de hecho ya ha llamado a su agente, el ex guardameta Vicente Biurrun, para que viaje a Sevilla esta misma semana. La intención de la entidad heliopolitana es ofrecerle un contrato de tres o cuatro temporadas como mínimo con un atractivo aumento de sueldo, algo que no es nada difícil porque Beñat, con contrato del filial, gana mucho menos que cualquier futbolista profesional de la primera plantilla verdiblanca. La prioridad del jugador es continuar en el Betis, de modo a priori no debería haber ninguna dificultad para que en los próximos días certifique su continuidad como verdiblanco. Pero claro, lo primero es que la propuesta del club de Heliópolis lo convenza.
