Beñat
Beñat Etxebarria Urkiaga es uno de esos futbolistas para los que el destino tenía guardada una sorpresa. Nacido en la vizcaína localidad de Igorre el 19 de febrero de 1987, este joven pivote defensivo, pero no exento de técnica, se crió en la cantera del Athletic, donde los técnicos le dijeron que todavía no había llegado su momento y cuando aún era juvenil decidieron cederlo al Baskonia, en Tercera. Allí sólo duró hasta el mercado de invierno, cuando un ojeador de Lezama recomendó su regreso al Athletic. Y su papel en el Athletic B, en Segunda B, fue tal que con 19 años le llevaron al primer equipo. Sin embargo, su escasa participación precipitó su regreso al filial, desde donde emigró al Conquense, en Segunda B. Y cuando parecía que iba a ser otro de los miles de chicos que prometen pero que acaban sin llegar a la élite se cruzaron en su camino el asturiano Oli y Miguel Valenzuela, quienes le reclutaron para el Betis B, desde donde ha dado un salto de mayúsculas consecuencias a la primera plantilla. 
