Las molestias que Beñat empezó a sufrir en el bíceps femoral derecho después del partido ante el Valladolid indujeron a los médicos del Betis a pensar que estaban ante una contractura muscular y la lesión, unida a un problema intestinal a finales de la semana pasada, obligó al centrocampista vasco a perderse el viaje a Albacete. Se le diagnosticó entonces una semana de baja, pero Beñat tampoco estará listo para el partido contra la Ponferradina. La razón es que la molestia, en principio valorada como muscular, tiene su origen en una lumbalgia (síndrome facietario, según el parte) que repercute sobre el bíceps femoral, algo que los galenos descubrieron cuando el jugador empezó a mostrar otros síntomas, como hormigueo en las piernas. El nuevo dictamen es que Beñat no podrá jugar mañana pero se recuperará a tiempo para medirse a Las Palmas el sábado de la próxima semana, "a no ser que ocurra algo muy raro", matiza el doctor Tomás Calero.
El cuerpo médico del Betis también estuvo ayer muy pendiente de Jorge Molina. El delantero sometió su rodilla lesionada a un test de fuerza y el resultado fue bastante satisfactorio. Hoy se le realizará una resonancia de control que puede variar los plazos de su rehabilitación, pero el objetivo es que el atacante empiece a tocar balón la semana que viene. Mientras tanto, el único delantero centro para Pepe Mel seguirá siendo Rubén Castro, quien echa de menos a Molina aunque admite que forma "una muy buena pareja" con Emana.
