Cultura

Benjamín Prado relata el parto del último disco de Sabina

El libro Romper una canción detalla las peripecias vividas por el escritor junto a su buen amigo, el cantautor Joaquín Sabina, para componer las canciones de su nuevo disco, Vinagre y rosas.

el 12 dic 2009 / 19:57 h.

El escritor Benjamín Prado.

El escritor Benjamín Prado, autor de novelas, ensayos, relatos y poemas, rememora en el libro Romper una canción la creación de las canciones que componen el nuevo disco de Sabina, Vinagre y rosas, y asegura que "una gran canción es la autobiografía de quien la escucha".

Prado comenta que en esta obra, editada por Aguilar, detalla "cómo escribimos este disco", pero reconoció que también cuenta "con una especie de taller literario sobre cómo creo yo que habría que escribir las letras de cualquier disco en general", a lo que se suma "un relato de una amistad muy larga, que se ha hecho más fuerte con esta experiencia".

Mezclado con "un poquito de rock&roll, mucha diversión, risas y dos tipos que lo pasan muy bien escribiendo", Romper una canción comienza cuando, a principios de 2009, Sabina y él decidieron irse a Praga a escribir canciones y, siete meses después, habían acabado el disco.

"Creo que es bueno salir de casa para escribir un disco", reconoció el escritor, y recordó que ambos se metieron un día "en un tugurio de Praga, el Cabaret Darling, y allí encontramos el final de una canción sobre Ángel González que estábamos escribiendo". Por ese motivo, señaló que "a veces los poemas están en los sitios más insospechados".

Muy amigo del madrileño Joaquín Sabina, "con quien se pasan las noches y las madrugadas y no los días", según dice, porque es "una de esas persona al lado de quien no existen los minutos vacíos o el tiempo perdido".

También añadió, de forma tan poética como lo podría haber hecho el propio Sabina, que "siempre hay algo de lo que reírse mientras estás y algo que recordar al día siguiente".

Con gran alegría, recordó que peleaban "mucho por cada verso, por cada estrofa, y hacíamos muchas versiones" y ha especificado que la idea del libro se le ocurrió a Sabina, que le interesaba "mucho que se viera el trabajo que hay detrás del apellido Sabina o detrás de cualquier apellido".

En esta aventura, Prado ha podido compartir muchas horas con Sabina, lo que explicó con bastante emotividad: "Me resultó muy emocionante ver cómo Joaquín, que podría tumbarse en la cumbre de su propia montaña, peleaba tanto por cada verso" quiso recalcar Prado.

También especificó el autor de esta obra que el cantautor "no quería engañar a sus oyentes, para lo que exprimía hasta la última gotita de cada idea".

Aparte, Benjamín Prado confesó que "las buenas canciones y los buenos poemas no suelen salir de la felicidad" ya que lo hacen más de "las desdichas, las decepciones o las rupturas" y ha reconocido que lo que "importa" de una canción "no es lo que cuenta acerca de quien la escribe, sino lo que cuente acerca de quienes la oyen".

Aunque ha especificado que "hay versos que a mí a lo mejor me habría gustado que se hubieran quedado y han muerto, e igual a él", incidió en que han llegado a un "pacto entre caballeros" con el que han logrado "firmar once canciones que están completamente negociadas".

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