Los actores de Desde Berlín (Tributo a Lou Reed), Pablo Derqui y Nathalie Poza, ayer en el Central. / J.M. Paisano
Líder del grupo The Velvet Underground, Lou Reed (1942-2013) es el padre del rock alternativo. Así consta al menos en cualquier enciclopedia que se consulte. Pero para una generación de artistas y público, fue mucho más que eso. El Teatre Romea de Barcelona rinde homenaje al histórico músico con el espectáculo Desde Berlín, que hoy y mañana presentan en la Sala A del Teatro Central (21.00 horas, 17 euros).
Su director, Andrés Lima, no es ningún desconocido en el escenario de la Cartuja. En él dirigió hace un par de temporadas Urtain, sobre el mítico boxeador. Y, por cierto, también puso escenografía a la zarzuela Viento es la dicha del amor, que tocó en Madrid la Orquesta Barroca de Sevilla. Todo eso con su anterior compañía, Animalario. Ahora, de la mano del Romea, Lima presenta un montaje que ofrece todas las canciones del disco homónimo de Reed interpretadas en directo.
«El espectáculo es, en buena medida, un poema de amor que pasea por el lado oscuro y salvaje de la vida», considera el dramaturgo. «Mucha gente se va a sentir identificada por la historia de amor que planteamos; si alguien ha sentido amor intensamente desesperado por otra persona se tiene que sentir forzosamente identificado con esto; hay una historia de amor muy fuerte debajo del disco y también en el espectáculo», argumenta.
«Yo soy actriz porque escuché Berlín cuando tenía 11 años, cuando me lo puso mi hermano mayor. LouReed rompió las barreras entre el arte. Cuando le reprocharon haber hecho un disco tan deprimente como Berlín dijo: «¿Deprimente? ¿Qué pasa, es que no has leído Hamlet?», recordó ayer la actriz protagonista del montaje, Nathalie Poza.
Pero aunque considerado hoy un trabajo de culto, lo cierto es que el trabajo musical que da sentido a este espectáculo fue duramente vapuleado por la crítica. Para Poza no ha sido nada sencillo embarcarse en una obra en la que tiene que cantar, aunque confesó que lo hace con la influencia, indisimulada, de Patti Smith. A su lado, el actor Pablo Derqui intenta ir a más con la guitarra, que toca por primera vez en un escenario «más con intención dramática que estrictamente musical». Sin embargo, en ese sentido al menos, Lou Reed no lo pone tan complicado, él mismo se sabía un guitarrista considerablemente limitado.
Con textos de Juan Villoro, Juan Cavestany y Pau Miró tres nombres clave del teatro contemporáneo español, la obra está también influenciada, en lo visual, por Andy Warhol. No en vano, los vídeos que se muestran parecen cincelados por un alumno aventajado del neoyorkino.
«Qué difícil y qué incomodo es ser convencional», repetía como un mantra Lou Reed. Y, en ese sentido, Desde Berlín convoca a toda una serie de agitadores culturales, herederos de la más pura tradición poética urbana, la que va de Delmore Schwartz al alucinógeno Allen Gisnberg pasando por Saul Below. En poco más de una hora y cuarto, la propuesta del Teatre Romea aspira a convocar en el Central las más puras esencias del amor tormentoso y etílico.
