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Berlín vuelve a echarse a la calle 20 años después

Unas 100.000 personas se congregaron bajo la lluvia frente a la Puerta de Brandeburgo para conmemorar la reunificación alemana. Allí estaban Merkel y Gorbachov.

el 09 nov 2009 / 20:30 h.

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Vista de varios fragmentos de piedra que simbolizan partes del Muro de Berlín

Alemania celebró ayer el 20 aniversario de la caída del Muro de Berlín con una gran Fiesta de la Libertad ante la Puerta de Brandeburgo, a la que asistieron numerosos jefes de Estado y gobierno. El principal foco de atención lo constituyó el derribo de un gran dominó de poliestireno que había sido colocado a lo largo de un tramo de 1,5 kilómetros por los que discurría el Muro y que presenciaron 100.000 personas reunidas bajo la lluvia.

Las piezas de dominó fueron pintadas por artistas y jóvenes de todo el mundo y se extendían desde la Potsdamer Platz hasta el Reichstag, con la Puerta de Brandeburgo como epicentro. La fiesta comenzó hacia las 19.00 horas con un concierto de la Staastkapelle de Berlín que dirigió Daniel Barenboim. El músico argentino-israelí incorporó al programa como invitado sorpresa al tenor español Plácido Domingo. Ambos rompieron la solemnidad del acto con su Berliner Luft (Aire berlinés), una marcha popular de Paul Lincke que corearon las decenas de miles de personas.

A continuación, los jefes de Estado y gobierno atravesaron simbólicamente la Puerta desde el lado oriental hacia el occidental, donde fue instalado otro estrado en el que hubo varios discursos.

Las primeras intervenciones fueron de la canciller Angela Merkel y el alcalde-gobernador de Berlín, Klaus Wowereit, a los que siguieron los representantes de las cuatro potencias aliadas que se repartieron Berlín tras la guerra. Por parte de Rusia y Francia participaron sus respectivos presidentes, Dmitri Medvedev y Nicolas Sarkozy; por parte del Reino Unido asistió el primer ministro británico, Gordon Brown, y desde EEUU llegó la secretaria de Estado, Hillary Clinton.

Los festejos contaron también con la presencia de jefes de Estado y Gobierno de los 27 países miembros de la Unión Europea, entre ellos el español José Luis Rodríguez Zapatero, que llegó a Berlín junto a su colega polaco, Donald Tusk, tras celebrar una reunión bilateral en el balneario polaco de Sopot.

Merkel recordó el 9 de noviembre de 1989 como el día de la "victoria de la libertad", una libertad, dijo, que no debe contemplarse como un bien "sobreentendido", sino algo por lo que se debe luchar y defender cada día. "El día de hoy -por ayer-, hace 20 años, fue un hito feliz en la historia de Alemania", dijo.

Antes, a primera hora de la tarde, la canciller alemana, acompañada por los Premio Nobel de la Paz Mijail Gorbachov y Lech Walesa se acercó al antiguo puesto fronterizo interalemán de la Bornholmer Strasse -el primero en abrir sus barreras- donde dieron un paseo por el antiguo trazado del Muro. Por su parte, el presidente alemán, Horst Köhler, no quiso olvidar que este aniversario coincide con el de la Noche de los Cristales Rotos en el año 1938, cuando el régimen nacionalsocialista inició la persecución sistemática de los judíos con la quema de sus comercios y sinagogas.

Mijail Gorbachov, mientras tanto, dijo ayer que la caída del Muro fue un acontecimiento previsible debido al auge del movimiento democrático y revolucionario pero admitió que "falló como adivino" pues creyó que iba a ser un asunto del siglo XXI. "Naturalmente se podía intuir que algo iba a pasar. Estaba en el ambiente", añadió.

El presidente español, Rodríguez Zapatero, reconoció ayer que en España se tiene viva "la experiencia" por la "caída reciente del muro" del Franquismo -"un muro pesado"-.

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