El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ofreció el viernes sus propias casas a los afectados por el seísmo del pasado lunes, en medio de un clima de solidaridad internacional en el que ya se ha producido la primera propuesta concreta de ayuda a la reconstrucción. El cómo y el cuándo se convierte ahora en una de las mayores preocupaciones para las autoridades italianas, teniendo en cuenta además que la tierra no deja de temblar. "Ya que muchas personas han ofrecido sus propias casas para ayudar a los evacuados del terremoto, yo también haré lo que pueda ofreciendo las mías", dijo Berlusconi.
Por otra parte, el primer ministro advirtió de que desde el lunes se han producido 806 temblores de tierra considerables en el centro de Italia, que no dan tregua y que siguen preocupando a las autoridades locales.
Este fenómeno "no da tregua y no puede no preocuparnos", dijo Berlusconi durante una rueda de prensa desde la ciudad de L'Aquila, donde asistió, visiblemente emocionado, al funeral de Estado por las víctimas que ha causado el seísmo de 5,8 grados en la escala de Richter.
Según Berlusconi, sólo en un día se registraron 186 movimientos telúricos y de entre todos los que se produjeron desde el pasado lunes hay nueve con una magnitud de entre cuatro y cinco grados en la escala de Richter.
El primer ministro italiano informó además de que 15.350 de los 39.500 evacuados que ya ha dejado el terremoto han sido realojados en 1680 viviendas privadas y en 139 hoteles habilitados al efecto en la costa adriática de la región de Los Abruzos.
