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Berlusconi politiza su divorcio

Silvio Berlusconi, primer ministro italiano, dijo de su segunda mujer, Verónica Lario, a la que una vez definió como "la más hermosa de todas las mujeres", que tendrá que pedirle perdón "públicamente" y que no sabe si esta vez desea una reconciliación.

el 16 sep 2009 / 02:15 h.

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Silvio Berlusconi, primer ministro italiano, dijo de su segunda mujer, Verónica Lario, a la que una vez definió como "la más hermosa de todas las mujeres", que tendrá que pedirle perdón "públicamente" y que no sabe si esta vez desea una reconciliación.

Éste ha sido un duro golpe para Il Cavaliere, acostumbrado a cosechar un éxito tras otro y con unos índices de popularidad en Italia que rebasan el 70% y que ni siquiera resultan mellados por sus comentarios jocosos y sus actuaciones políticamente incorrectas. El Berlusconi de arranques, impetuoso, bromista y que actúa con la soberbia y seguridad que le otorga el saberse el hombre más poderoso y de los más ricos de Italia, reaccionó ayer entre la amenaza de un divorcio "durísimo" y la resignación de un "no creo que vuelva con ella".

El rotativo La Repubblica reprodujo una conversación privada entre Berlusconi y su abogado, Niccoló Ghedini, donde el primer ministro advirtió que será "durísimo e inflexible" con el divorcio. Según el diario, el italiano no ha hablado con su mujer directamente sobre el divorcio.

La ex actriz Verónica Lario confirmó el domingo que va a pedir el divorcio tras la últimas actuaciones de Berlusconi, como la inclusión de jóvenes guapas en las listas de su partido para las elecciones europeas y la visita que hizo hace unos días en Nápoles a una joven de 18 años, que le llamaba "papi". Ante esto, Berlusconi lamentó que "me ha dicho que voy con menores, una cosa increíble. Se ha dejado instrumentalizar por los periódicos de izquierdas. Tendría que avergonzarse. Lo ha hecho para poner a mis hijos en mi contra".

Precisamente sobre estas acusaciones el primer ministro italiano defendió su posición y aclaró al Corriere della Sera que "no incluimos en la lista a una vellina (como se conoce en Italia a las bailarinas de un famoso programa de televisión Canale 5)", todas las jóvenes en las que se había pensado para formar la candidatura del PDL eran "buenas chicas con óptimos estudios".

Sobre la fiesta por los 18 años de la joven de Nápoles, Noemi Letizia, el magnate de la televisión se defendió diciendo que se trataba de la hija de un amigo al que no supo decir que no, y señaló que "aquel día me llamó el padre, un amigo mío de hace muchos años, y cuando supo que aquel día iba a estar en Nápoles insistió para que pasara, sólo dos minutos, a la fiesta de cumpleaños de su hija". También explicó que la joven le llamó "papi" como resultado de una broma. Berlusconi lamentó que su esposa haya creído "las versiones falsas" sobre esa noche y que "haya caído en una trampa mediática".

Berlusconi se enamoró en 1980 de Verónica Lario cuando esta interpretaba el Magnífico Cornudo, de Fernand Cromelynk, en el teatro Manzoni de Milán. Fue todo un flechazo. La pasión se desató en la antigua villa Bortelli, sede de Fininvest, en Milán, y fruto de ella en 1984 nació su primera hija, Barbara. Un año después llegó el divorcio de su primera mujer y a continuación el nacimiento de otros dos hijos, Eleonora, hoy de 22 años y Luigi, de 20.

El 15 de diciembre de 1990 se casaron en ceremonia civil en el Palazzo Marino de Milán apadrinados por Bettino Craxi, ex presidente de la República.

Verónica Lario describió a su marido con una sola palabra: "irresistible", cuando fue nombrado primer ministro en 1994, pero nunca ejerció de activa primera dama.

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