Silvio Berlusconi escenificó su vuelta al poder tras ganar por tercera vez las elecciones en Italia. El líder conservador logró la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados y el Senado, lo que no le impidió tender la mano al diálogo a la oposición. Mientras, los comunistas se quedan por primera vez sin representación.
Berlusconi afirmó que su coalición "ganó" las elecciones generales, pero que eso no quita que se muestre abierto al "diálogo con la oposición". El ex primer ministro hizo estas declaraciones a la cadena RAI italiana, cuando ya se conocían el escrutinio oficial.
El ganador anunció que formará Gobierno muy rápidamente. "Ya lo tengo todo en la cabeza y los aliados están de acuerdo", dijo. Berlusconi, que avanzó que habrá al menos cuatro mujeres en su equipo, también aprovechó para augurar que los próximos cinco años de mandato serán "muy difíciles".
Estas declaraciones se producen después de que la candidatura de Pueblo de la Libertad de Berlusconi acaparara el 46,2% de los sufragios y aventajaba en 8,3 puntos a la lista progresista de Walter Veltroni en la Cámara de Diputados con el 71% de los colegios electorales escrutados. Mientras, en el Senado, la lista de Berlusconi lograba 47,1% de los votos, nueve puntos más que Veltroni, escrutado el 91% del voto.
Antes de que Berlusconi celebrara su victoria, la tercera desde 1994, el líder del Partido Demócrata, Veltroni reconoció su derrota, aunque recordó que meses atrás la diferencia con el Pueblo de la Libertad era de 22 puntos, por lo que habló de "gran remontada política y electoral".
Histórica derrota. La UDC logró el 5,5% de los votos en la Cámara de los Diputados, mientras que la Izquierda-Arco Iris se quedó en el 3,5%. Teniendo en cuenta lo que establece la ley electoral, la izquierda comunista y ecologista se queda sin representación por primera vez en la historia del Parlamento italiano.
Además del descalabro comunista, el otro dato destacable es la subida espectacular de la Liga Norte, el partido federalista con tintes racistas de Umberto Bossi, aliado de Berlusconi. La Liga sacó, según los datos provisionales, el 9,3% de los votos en la Cámara de Diputados y el 8,2% en el Senado, lo que, según los observadores, la colocan en una posición de fuerza ante el nuevo primer ministro italiano.
