El ministro de Exteriores de Italia, Franco Frattini, aseguró ayer que el primer ministro, Silvio Berlusconi, está dolido porque "ha sido atacado en los afectos más profundos" durante la rueda de prensa celebrada el pasado jueves en la isla de La Maddalena tras la cumbre bilateral que mantuvo con España y a la que asistió el presidente Rodríguez Zapatero con varios ministros de su gabinete.
Zapatero compareció el pasado jueves en rueda de prensa en La Maddalena (Cerdeña) junto a Berlusconi, quien dedicó buena parte de su intervención a defenderse de las preguntas de un periodista del El País sobre las chicas y prostitutas que frecuentaban sus fiestas.
En una entrevista concedida ayer al cotidiano Il Tempo en su edición digital, Frattini afirmó que "no podemos infravalorar el dolor personal del presidente del Consejo, que ha sido atacado en los afectos más profundos. Muy a menudo olvidamos que el que hace política es, ante todo, una persona". "Olvidamos el daño que se hace a la imagen de Italia (..) porque pintan nuestro país como no es" e instó a los "italianos de izquierda a rebelarse" contra todo ello.
En cuanto al jefe del Ejecutivo español, Frattini dijo que "Zapatero parecía muy molesto, pero no por Berlusconi. La molestia le venía por el periodista que ha atacado a nuestro presidente y de ese periódico que, entre otras cosas, le ha criticado duramente porque ha osado ir a casa de su colega". "¡Parecía que se habían ido de vacaciones!", subrayó Frattini al referirse a la visita de Zapatero a la residencia de Berlusconi en Cerdeña, Villa Certosa, tras el cierre de la cumbre.
"El periodista español protagonista de todo lo sucedido -insistió- escribe cotidianamente que en Italia la información está sofocada. Que no hay libertad. Y a esta persona que desprecia Italia más que nadie, le fue concedido hacer una pregunta llena de barro al presidente del Consejo", dijo en referencia a la rueda de prensa celebrada el jueves en la isla de La Maddalena". "Es la prueba de fuego de que la información italiana es libre, libérrima. Y él podía haber tenido el pudor de admitirlo", subrayó el ministro de Exteriores italiano.
Preguntado si cree que la campaña mediática contra Berlusconi continuará, Frattini respondió: "Estamos ante un caso de escuela. Se escribe todo lo que no ha pasado para remover el barro, pero el hecho es que este barro ya no se lo cree nadie", concluyó.
