La temporada no pinta nada bien para el Betis, séptimo y a ocho puntos de la zona de ascenso a falta de ocho días para visitar precisamente al equipo que marca la frontera del grupo de privilegio. El partido contra el Cartagena copa muchas neuronas en las mentes de los béticos, pero en el conjunto de Víctor Fernández no debería ocurrir lo mismo. Por su bien, claro. Las cosas se hacen por orden, de una en una, y lo primero es lo primero. Y lo primero, según el calendario, es el Albacete. El Betis recibe hoy a los manchegos, para quienes la campaña no pinta mal sino peor, y el planteamiento está claro: o gana o de nada le servirá pensar en el Cartagena. Vencer al Albacete es la única vía que tiene el Betis para recortar su gigantesca desventaja respecto al tercero y presentarse en su feudo con posibilidades de situarse a tiro de un triunfo. Todo pasa por que los verdiblancos se impongan esta tarde... y por que el Cartagena tropiece en su visita al Castellón, que por cierto es colista. A lo peor, puede que los tres puntos ante el Albacete sólo le valgan al Betis para no alejarse más de la tercera plaza, pero eso refuerza la premisa de que los de Víctor, sí o sí o sí, tienen que ganar hoy. Claro que lo peor, de verdad, sería que perdiese y viajase al Cartagonova ¡a 11 puntos de su rival!
El Betis cuenta con varias armas para enfocar su misión con optimismo. La primera es su mejoría como equipo, plasmada más en el juego que en los resultados (una victoria y dos empates desde que cambió de técnico), sí, pero algo es algo. La segunda es la recuperación de su elemento más determinante, con permiso del goleador Sergio García: Emana ya cumplió su sanción y regresa dispuesto a dar a su equipo la verticalidad y el peligro del que careció en Huelva. Y la tercera es su condición de local, porque por algo es el único conjunto invicto y el menos goleado de toda la categoría en casa.
El Betis, además, se enfrenta a un rival que no gana desde diciembre y que se ha despeñado en la clasificación. Qué lejos queda aquel Albacete que en la cuarta jornada tenía aspecto de aspirante el ascenso. Pero qué lejísimos queda también, casi como un recuerdo irreal, aquel Betis que hace una vuelta se paseó con indiscutible autoridad en el Carlos Belmonte. Entonces, con tres victorias en cuatro partidos, parecía tan sólido y tan asentado en la categoría... Una vuelta después, veintiún partidos después, el Betis todavía no ha llegado a los diez triunfos. Sólo ha logrado dos en las ocho últimas jornadas y por eso está como está. Y como contratiempo extra, las bajas de Juanma y Nelson. Se le cae a Víctor la banda derecha titular del último partido en Huelva, pero confía el técnico en que no se le caiga el espíritu de equipo mandón que ha logrado inculcar a sus hombres. Ante el Recreativo, ya sin bajón físico, aparecieron algunas grietas y el maño espera que la reaparición de Emana -y quizás la entrada de Aurelio por Iriney- las vuelva a tapar.
Sea con quienes sea, sea de la manera que sea, el Betis está más obligado que nunca a ganar esta tarde. Si no, para qué pensar en el Cartagena. Si no, para qué pensar en el ascenso.
