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Betis-Cádiz: alerta amarilla en Heliópolis

El Betis recibe esta tarde al Cádiz (18.00 horas, Canal Sur TV) y debe ganar, como siempre. Si lo hace, quizás adelante al Cartagena y seguro que igualará al Hércules. Si no vence, cuidado.

el 09 abr 2010 / 21:07 h.

No hay víspera de partido del Betis en esta interminable temporada en Segunda en la que no se recalque la importancia suprema de que el conjunto verdiblanco gane. Así ha ocurrido en las 31 jornadas que ya se han celebrado y así ocurrirá en las once que aún no se han disputado. La cantinela, de tantas veces que ha sido repetida, resulta cansina, pero es lo que hay. El Betis recibe hoy al Cádiz y lo primero que debe decirse del duelo es que el equipo de Víctor Fernández necesita y debe vencer. Obvio, sí, y de perogrullo por supuesto, pero también lo era en sus dos últimos encuentros ante el Girona y el Villarreal B y el resultado no se correspondió con la obligación en ninguno de ellos. Por eso debe ganar hoy, más que nunca. Porque no tiene derecho a permitirse tres tropiezos consecutivos, porque sus rivales directos no siempre le van a perdonar la vida, porque juega en casa y porque se enfrenta al penúltimo.

El Betis lleva dos partidos sin ganar y se ha quedado uno solo de esos seis puntos. Semejante racha ha incrementado la presión sobre el equipo al mismo ritmo que han crecido las dudas sobre su rendimiento, en claro declive desde la segunda parte de Irún. ¿Volverán a pecar estos hombres de la falta de carácter que se les atribuye desde tiempo inmemorial? ¿Se ha agotado el efecto Víctor? Hay muchas preguntas sobre este Betis decadente y la mejor respuesta para todas ellas pasa por retener los tres puntos que se dirimen esta tarde. Más le vale. Como no gane, el ascenso se le puede ir a tres o cuatro puntos (por el goal average). Es decir, a más de una victoria de distancia. Es decir, a más de un partido. Y después de hoy sólo quedarán diez. El margen es minúsculo.

No derrotar al Cádiz supondría la confirmación de que el Betis va hacia atrás y no hacia delante. El retroceso es muy patente en fútbol, porque son ya tres partidos y medio sin las señas de identidad del Betis de Víctor, pero en resultados no lo fue tanto porque el equipo al menos venció al Real Unión y al Castellón. Si el marcador de esta tarde no es satisfactorio, el bajón será integral y se encenderá la alerta amarilla en Heliópolis. Si en cambio es capaz de ganar, el Betis no sólo no perderá de vista al Cartagena (incluso lo adelantará si su derbi contra el Murcia se le da mal), sino que empatará a puntos con el Hércules, que continúa en caída libre y ayer perdió en su campo con el Huesca.

En esta disyuntiva, Víctor barrunta un nuevo once. "Hay que darle una vuelta a los últimos partidos. Tenemos que reconducir el equipo a otro lugar", dijo ayer. Capi regresa a la lista tras tres semanas de baja y en condiciones normales estaría en el once, pero apenas se ha entrenado y se le intuye más como revulsivo. Caffa, autor del 2-2 en el Miniestadi, sí parece más titular, en perjuicio de Juanma más que de Jonathan Pereira, mal en Villarreal y también bajo sospecha. Y si no hay cambios sino revolución, quién sabe, igual a Víctor le da por castigar a Damiá (horrible el lunes), recolocar a Melli de lateral, recuperar a Arzu de central para dar mejor salida al balón y situar a Capi junto a Aurelio. Suena extremo, pero...

La alerta no es amarilla para el Betis sólo por la gravedad de los hechos, mayormente clasificatorios, que se desencadenarían en caso de empate o derrota. También lo es porque su rival es el equipo amarillo por excelencia. El problema del Cádiz es que su alerta es roja. Este año celebra su centenario y no se le ha ocurrido otra forma de celebrarlo que instalarse en la zona de descenso a Segunda B, así que si el Betis debe ganar, qué decir del Cádiz del veteranísimo Víctor Espárrago.

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