El Betis y sus circunstancias obligarán a ver un Betis de circunstancias en Soria, donde Antonio Tapia no tiene más remedio que vencer al Numancia, cuarto, para dejar de ser séptimo, no alejarse más de la zona de ascenso y no arriesgar su propia continuidad. Lo hará con siete bajas (Melli, Arzu, Emana, Rodri, Juanma, Capi y Odonkor) y dieciocho profesionales en condiciones de ser citados. Es decir, los justos para confeccionar una lista. Pero nada será normal en el viaje a Soria, ni siquiera el frío que hará en la ciudad castellano-leonesa. La alineación, por decimoquinta vez, volverá a ser inédita; la pareja de centrales será totalmente nueva; y seis de los siete que se sentarán en el banquillo no cuentan nada de nada de nada para el técnico.
Con tan pocos recursos, la alineación más ortodoxa del Betis en Los Pajaritos, a priori, estará compuesta por Nelson, Carlos García, Rivas y Fernando Vega en defensa; Iriney y Mehmet Aurelio como pivotes; Damiá, Sergio García y Nacho en la mediapunta; y Pavone como delantero. Cualquier otra alternativa, como recurrir a Caffa, descuadraría bastante el esquema y quizás hasta el sistema. Esta alineación, en un momento dado, podría pasar por habitual del centro del campo en adelante, con la única salvedad de la reubicación de Damiá como interior. Atrás, en cambio, hay una innovación fundamental: la presumible reaparición de Rivas para acompañar a Carlos García en el eje de la zaga. Se trata de una pareja de centrales desconocida hasta ahora y la quinta distinta que diseña Tapia. El problema, aparte de la sempiterna fragilidad defensiva del Betis, es que Rivas sólo ha jugado una vez en lo que va de campeonato, y han pasado ya cuatro meses de aquel encuentro, en Vallecas (4 de octubre). No ha vuelto a competir y su rendimiento, además junto a un nuevo compañero, es una gran incógnita.
Al haber una nueva pareja de centrales, el cuarteto defensivo también será inédito. Se trata del noveno en diecinueve jornadas, un claro indicio de inestabilidad. La zaga que más le ha valido o durado al técnico es la formada por Damiá, Carlos García, Arzu y Fernando Vega; Tapia empleó esta combinación en cuatro ocasiones.
BANQUILLO TAMBIÉN INÉDITO. Que Rivas y Damiá opten a la titularidad podría parecer un argumento de poco peso para justificar que el Betis de Soria será un Betis de circunstancias, pero hay más datos. Otro de los que retornará a la alineación, a priori, es Pavone, al que el técnico no dio ni un minuto ante el Huesca y cuyo último gol data de hace dos meses (el 8 de noviembre en Cádiz). Y en cuanto al banquillo, el panorama puede ser de echarse a temblar, porque la abrumadora mayoría de los que allí se sentarán tienen muy poco o ningún peso en el Betis. El único que de verdad ha aportado algo es Caffa (cuatro goles), y de hecho es el único de los siete que ha tenido minutos (siempre como suplente) en el último mes y medio de competición.Los otros seis, siempre que Tapia no prefiera recurrir al filial, son los siguientes: Ricardo, que no ha jugado ni un segundo en toda la temporada y vuelve tras la rotación de Casto; Nano, que no sólo está igual, con cero minutos de competición, sino que además sólo fue citado una vez, en la Copa; Óscar López, cuyo único partido (sesenta minutos en el campo) es precisamente esa eliminatoria ante el Córdoba, celebrada hace cuatro meses; Sunny, que no juega desde finales de noviembre; Juande, que está igual que el hispanonigeriano; y Dani, con la ficha aún calentita después de casi un año en blanco por culpa de una lesión de rodilla.