En la Liga de dos el liderato es cosa de tres, y uno de esos tres no es el todopoderoso FC Barcelona sino el recién ascendido Real Betis Balompié , que ha firmado un retorno inmaculado a la élite y gracias a otro gol de Rubén Castro en los compases finales de partido tumbó ayer al Mallorca para sumar un pleno de victorias en las dos jornadas inaugurales que no se veía por estos lares desde la exitosa temporada 1996/ 97, cuando lo entrenaba Serra.
Ayer el mismo Lorenzo Serra Ferrer –sin bigote, eso sí– fue testigo de excepción en el palco, desde donde recibió el cálido recibimiento de la grada al ser anunciada su presencia por megafonía, aunque la ovación más calurosa de la soleada matinal se la llevó todo el equipo verdiblanco, con Pepe Mel al frente, cuando el debutante Del Cerro Grande pitó el final y los jugadores acudieron al centro del campo para corresponder a una hinchada que los apoyó sin desmayo durante todo el partido y con la que celebraron el retorno exitoso a la Liga BBVA.
Han sido 833 días sin fútbol de Primera en el Benito Villamarín (en puridad, más de once años, pues al estadio le cambiaron el nombre en enero de 2000 y lo recuperó hace apenas uno), así que era lógica la expectación que el partido había levantado –más de 35.000 espectadores en las gradas desafiando al calor– y el estallido de júbilo que se produjo al consumarse la victoria.
Y es que –coliderato al margen, que eso será pasajero– esos seis puntos ya no hay quien se los quite al Betis, un botín de enorme valor para un equipo que tiene como objetivo ineludible la permanencia y que en sus recientes comparecencias en Primera (2008/09, 07/08 y 06/07) tardó entre siete y diez jornadas en llenar el zurrón con seis o más puntos como los que tiene ahora, después de haber disputado dos partidos solamente.
Partido intenso. Llegar a la victoria, eso sí, requirió un esfuerzo intensísimo y un planteamiento valiente del entrenador, que acabó jugando con hasta cuatro delanteros –Vadillo, Pereira, Santa Cruz y Rubén Castro– aun a costa de exponerse a recibir una contra letal de los baleares, que gozaron de alguna buena ocasión pese a que lo suyo, básicamente, era amarrar el empate.
Pepe Mel, de salida, introdujo un par de cambios en el equipo titular respecto del que se estrenó con victoria en Granada . Uno obligado por la lesión de Mario –al que suplió Amaya– y otro por decisión propia, al situar a Jorge Molina en punta en lugar del joven Vadillo, que tendría su oportunidad en el tramo final del partido.
El Betis fue fiel a su estilo y pronto se hizo dueño del balón, aunque le costaba superar la doble línea defensiva dispuesta por Michael Laudrup porque Jefferson Montero no acababa de sacar todo el partido posible a su endiablada velocidad por la banda izquierda y porque en la derecha Chica no encontraba apoyos para desbordar. Por el centro supo cerrar filas el equipo balear, que fue el primero en dar un par de avisos serios por mediación de Nsue y el ex sevillista Alfaro, que encontraron facilidades en varios despejes blandos y mal orientados de Dorado, bastante fallón ayer en esta faceta del juego.
En los primers 43 minutos los verdiblancos sólo inquietaron a Aouate en un chut desde la media luna de Salva Sevilla (21’), tras asistencia con el pecho de Jorge Molina, al que luego Chico (37’) hizo un claro penalti que pasó por alto el debutante del Cerro Grande, aunque la ocasión más clara del partido y puede que de toda la temporada llegó en el minuto 44, en un triple remate al palo de Rubén Castro y Jorge Molina que aún nadie se explica cómo no acabó dentro de la portería.
Tras el descanso el Betis soportó mejor el fuerte calor que el rival y su dominio se fue haciendo cada vez más insistente. Mel arriesgó con los cambios y su osadía obtuvo al final la justa recompenesa del triunfo, pues tras una ocasión clamorosa de Jonathan Pereira (63’) y un buen cabezazo de Roque Santa Cruz (80’) –por medio la tuvo Nsue (68’) tras un fallo de Amaya–, llegó al gol de la victoria. Fue obra de Rubén Castro, con una exquisita y complicada volea en el segundo palo que sitúa al Betis colíder, empatado a puntos con Real Madrid y Valencia. Ya lo había adelantado Serra: el Betis será el equipo revelación. De momento, lo es. Un seis de seis para soñar.
1 - Real Betis: Casto, Chica, Dorado, Amaya, Nacho; Iriney, Beñat, Salva Sevilla (Vadillo, m.69) Jefferson Montero (Jonathan Pereira, m.59), Jorge Molina (Santa Cruz, m.74) y Rubén Castro.
0 - Real Mallorca: Aoute, Zuiverloon, Chico, Ramis, Pina; Víctor, Cáceres, Tejero (Kevin Garcia, m.66) , Temer Hemed (Chori Castro, m. 59); Nsue y Alfaro (Tissone, m.85)
Gol: 1-0. m.84, Rubén Castro.
Arbitro: Carlos del Cerro Grande (c.madrileño). Mostró tarjeta a Amaya (m.11 ), Cáceres (m.32), Víctor (m.44), Salva Sevilla (m.54), Pina (m.79), y Chico (m.81).
Incidencias: Partido disputado en el Benito Villamarín, en mañana calurosa y unos 35.125 espectadores. Terreno de juego en muy buenas condiciones. En el palco había una representación de la familia del extinto presidente Benito Villamarin, y también el vicepresidente del Mallorca, Lorenzo Serra Ferrer, recibidos en ambos casos con una ovación.Antes de comenzar el partido se guardó un minuto de silencio por los aficionados béticos fallecidos en la temporada. No se permitió la entrada a las emisoras de radio, por la disposición de la LPF de cobrar un canon.
