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Betis-Rayo: el principio de la remontada o el principio del fin

El conjunto verdiblanco se juega buena parte de su futuro y el de su entrenador. No saldrá de la zona de descenso ni ganando, a no ser que sea por siete goles de diferencia

el 30 nov 2013 / 22:56 h.

El deseo de Mel: repetir este gesto tras el Betis-Rayo / Ramón Navarro (Marcamedia) El deseo de Mel: repetir este gesto tras el Betis-Rayo / Ramón Navarro (Marcamedia) Diciembre acaba de entrar en el calendario y por tanto podría parecer que es muy pronto para hablar de finales, pero por desgracia para el Betis no hay más remedio que emplear esa palabra si se pretende que el análisis de su partido contra el Rayo Vallecano sea veraz. El duelo al sol del mediodía en el Benito Villamarín enfrenta al último con el penúltimo. El último es el Betis, con nueve puntos en catorce jornadas y un solo punto de 21 posibles en las siete últimas. Viene de ser humillado por el eterno rival en el derbi (4-0), antes fue goleado por el Barcelona delante de su propia afición (1-4), antes cayó de forma grotesca en Málaga (3-2), antes fue incapaz de marcar un gol y vencer al Levante en casa (0-0) y antes hizo el ridículo en el campo del Atlético de Madrid (5-0). Si eso no es una crisis y esto no es una final, que alguien en la RAE reaccione y modifique el significado de esa palabra, por favor. Que el consejo de administración del Betis o Vlada Stosic o quien sea decida destituir a Pepe Mel en caso de resultado adverso es otra historia, porque en fútbol resulta imposible predecir qué ocurrirá dentro de un minuto, pero el partido en sí, por la trascendencia clasificatoria, anímica y social que alberga, es una final. Sí o sí. El Betis necesita ganar al Rayo como sea. Lo tiene complicado, para ser honestos. Los verdiblancos se han acostumbrado a perder, no juegan nada bien al fútbol y encima reciben a un adversario que los ha vencido en sus cinco últimas confrontaciones. Pero la estadística no es lo importante. Lo decisivo, al final, es cómo se encuentra cada equipo en cada momento. Ysi el Betis tiene que fiarse de su estado de forma, mejor que mire para otro lado. Tanta derrota no es casualidad, como tampoco lo es su pésima posición en la tabla. Ambas rémoras son consecuencia de un fútbol plano, endeble en defensa, improductivo en ataque, incapaz de generar temor a sus contrincantes. El 1 de 21 es la prueba irrefutable. Ahora que ha llegado la primera hora de la verdad, Mel no podrá quejarse de las ausencias, al menos no tanto como en otras semanas. Hoy recupera a Amaya y está en disposición de alinear desde el principio a la pareja cuyos tantos elevaron el proyecto desde Segunda a Primera y desde Primera a Europa:Jorge Molina y Rubén Castro. Con ellos en el césped, el problema del gol debería ser menos problema. Eso sí, también tiene bajas, como siempre: las puntuales para este crucial encuentro son Paulao, Xavi Torres y Matilla, cuya sanción es sólo un daño colateral más del derbi en Nervión. En principio, salvo sorpresa en la alineación, hay una sola duda y está en el centro del campo: Verdú o Salva Sevilla. En condiciones normales, el catalán debería ser indiscutible en este Betis desnortado, pero resulta que el primer desorientado es él, así que la garantía de titularidad no existe. No es que Salva Sevilla esté mucho mejor, y además volvió de Lyon con ciertas molestias que le impidieron trabajar el viernes, pero la competencia es real y cualquiera puede jugar. La opción de que repitan juntos, como en Francia, se antoja lejana: demasiada lentitud en un día en el que el Betis necesita velocidad y chispa, la que por ejemplo puede brindar Vadillo. A todo esto, el conjunto de Mel no gana en la Liga desde el 29 de septiembre (1-0 al Villarreal). Han transcurrido dos meses y la afición, paciente hasta lo incomprensible, todavía no ha abroncado a nadie: ni al equipo, ni al técnico ni al consejo de administración. De su postura en esta matinal también puede depender lo que ocurra en el futuro inmediato del Betis. Todo influye, aunque Mel se quite presión asegurando que no enfoca este choque como un ser o no ser. En el Rayo, que ha vencido en dos de sus tres últimos desplazamientos lejos de Vallecas, las novedades más llamativas son el delantero mexicano Nery Castillo y el portero del filial Ismael Gil. Arbilla y el meta Rubén Martínez son baja por sanción, mientras que los centrales Zé Castro, Rodri y Alejandro Gálvez lo son por lesión, como el exsevillista José Carlos y el delantero Seba Fernández. SÓLO SALDRÍA DEL DESCENSO SI GANASE POR SIETE GOLES DE DIFERENCIA La victoria es imprescindible y el primer paso hacia la remontada, pero el conjunto de Mel no saldrá de la zona de descenso por su pésimo 'goal average' general. A no ser que gane por siete goles de diferencia, claro, para así superar el -9 que tiene el Valladolid (el Betis tiene -16). Lo bueno para los verdiblancos es que los resultados del sábado le favorecen: el Almería cayó con el Celta (3-1) y el Valladolid fue goleado por el Real Madrid (4-0), así que la frontera de la salvación permanece en los 12 puntos. REAL BETIS: Sara; Juanfran, Amaya, Jordi, Nacho; Lolo Reyes, Nono, Verdú; Rubén Castro, Vadillo y Jorge Molina. RAYO VALLECANO: Cobeño; Tito, Saúl, Galeano, Mojica; Baena, Trashorras; Lass, Viera, Iago Falqué; y Bueno. Árbitro: José Antonio Teixeira Vitienes (Colegio Cántabro). Estadio: Benito Villamarín. Hora: 12.00. TV: Canal+Liga / Gol T.

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