Un punto de 24, un solo gol a favor en ocho partidos, la zona de descenso a la vuelta de la esquina, un equipo no muerto pero sí paralizado por una racha demoledora y un rival que marcha penúltimo son cinco buenas razones para dar la razón a todos los que piensan que el Betis-Real Sociedad de esta tarde es una final para Pepe Mel. No se trata de descubrir América, porque han sido siete días insistiendo en el asunto, pero hoy es el día y por tanto hay que recalcarlo. El técnico verdiblanco se juega buena parte de su futuro, quizás todo él, y si no gana a un adversario que apenas ha acumulado dos puntitos también en las ocho últimas jornadas, pues ya sabe: a rezar para que la paciencia del consejo de administración se prolongue un poco más o para que los administradores concursales hagan números y decidan que su destitución es desaconsejable.
La única buena noticia para el Betis en las horas previas a esta finalísima para su míster es que no caerá en los tres últimos puestos ni siquiera si pierde y suma su novena jornada sin vencer y su octava derrota en nueve jornadas. Cómo no será de mediocre esta Liga que al conjunto heliopolitano aún le vale el margen que logró después de aquellas cuatro victorias consecutivas. Entonces aventajaba al antepenúltimo en once puntos y hoy en día, ocho jornadas después, todavía mantiene cuatro de distancia y cuatro equipos en medio.
El margen clasificatorio es el único respiro con que cuenta una escuadra ahogada en un fútbol de posesión estéril y horizontalidad excesiva. Lejos, olvidado casi, aparece aquel Betis exuberante en ocasiones y goles de las cuatro primeras jornadas. Ahora es un Betis monótono, previsible y frágil que no sólo no marca ni gana, sino que encaja goles en cualquier mínimo desajuste y ya es incapaz de remontarlo. Como dijo Mel el viernes, sus hombres tienen que aprender de nuevo a ganar, pero también deben aprender a no perder.
El técnico madrileño hará cambios para buscar el espíritu de aquel Betis que solía lograr alguna victoria de vez en cuando. Volverá Salva Sevilla, defenestrado en el último mes después de que su rendimiento decayese de manera alarmante, y puede que también retorne Chica, aunque Isidoro no ha ni mucho menos el culpable de que el Betis no ganase en las tres jornadas en que intervino. Y arriba, con Santa Cruz convocado, reaparece la clásica duda de quién será el delantero, si el paraguayo o Jorge Molina, que no ha faltado a ningún entrenamiento.
El Betis se enfrenta a la Real. He aquí otro asidero para la esperanza verdiblanca. El conjunto donostiarra está igual o peor que el bético y su técnico, el francés Philippe Montanier, sí que se juega el puesto sí o sí. Lo hará, además, con muchísimas e importantísimas bajas, como las de Xabi Prieto o Asier Illarramendi, aunque la lista es más amplia: Cadamuro, De la Bella, Bergara...
REAL BETIS: Casto; Chica, Ustaritz, Dorado, Nacho; Beñat, Iriney, Salva Sevilla; Rubén Castro, Pozuelo y Jorge Molina.
REAL SOCIEDAD: Bravo; Carlos Martínez, Demidov, Íñigo Martínez, Estrada; Aranburu, Mariga, Griezmann, Vela, Zurutuza; y Joseba Llorente.
Árbitro: Álvarez Izquierdo (Comité Catalán).
Estadio: Benito Villamarín.
Hora: 12.00.
TV: Canal+Liga 2 y PPV.
