La ex primera ministra paquistaní Benazir Bhutto reapareció una semana y media después del atentado que mató a más de un centenar de personas el 18 de octubre, día de su vuelta al país tras ocho años de exilio. Bhutto acudió ayer a su ciudad natal a orar ante la tumba de su padre, como tenía previsto realizar nada más llegar a Pakistán.
"La visita a la tumba de mi padre da fuerzas para hacer todo lo posible por salvar la democracia en Pakistán", declaró Bhutto tras leer unos pasajes del Corán y depositar pétalos de rosas en la tumba de su padre, el ex primer ministro Zulfikar Alí Bhutto, ahorcado en 1979 por el dictador Zia ul-Haq.
Bhutto, que heredó la dirección del partido de su padre y fue dos veces primera ministra, volvió a Pakistán tras ocho años y medio en el exilio para huir de las acusaciones de corrupción que pesaban contra ella. Su regreso fue posible tras una amnistía del presidente del país y jefe de su Ejército, Pervez Musharraf, con quien la líder opositora y presidenta del Partido Popular de Pakistán (PPP) alcanzó un acuerdo de reparto de poderes como forma de transición a la democracia plena en Pakistán.
