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BIACS3 une arte y tecnología para que el público interactúe con las obras

La tercera Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Sevilla (BIACS3) ha unido el arte con los últimos avances de la tecnología con la idea de que los visitantes de la exposición "se integren con las obras e interactúen con ellas", según el presidente de la Fundación BIACS, Fernando Franco.

el 15 sep 2009 / 16:07 h.

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La tercera Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Sevilla (BIACS3) ha unido el arte con los últimos avances de la tecnología con la idea de que los visitantes de la exposición "se integren con las obras e interactúen con ellas", según el presidente de la Fundación BIACS, Fernando Franco.

Franco estuvo acompañado hoy en la inauguración oficial de la BIACS por la consejera de Cultura, Rosa Torres, quien en su discurso de inauguración en la Cartuja de Sevilla aludió al lema de la muestra "YOUniverse" para avisar a los visitantes de que cada uno de ellos habrá de convertir la exposición "en su propio universo".

Torres dijo que esta muestra es el ejemplo de que el arte contemporáneo no requiere mayor esfuerzo de comprensión, sino tan sólo curiosidad, a la vez que aseguró que las nuevas tecnologías, como trata de poner de relieve esta Bienal, han ayudado a democratizar el arte.

La mezcla de arte, arquitectura, tecnología y medio ambiente, y hasta biología, ha hecho que esta Bienal sea la de mayor número de obras --184, 26 de ellas producidas expresamente para la BIACS, el doble de la edición anterior--, y de artistas --un total de 170 firmas, 23 de ellas de colectivos, generalmente arquitectos, y 23 de ellas de aristas españoles--.

Uno de los tres comisarios de la BIACS3, Peter Wiebel, dijo hoy que las personas interaccionarán con las obras al igual que lo hacen con la naturaleza, y confió en que "el protagonista sea el público, que con la ayuda de la tecnología hace posible esta nueva visión del arte".

Los organizadores de la Bienal han apostado en este caso por llegar a todos los públicos y, en efecto, esta mañana, tras los discursos oficiales, se veían varios niños disfrutando con las obras de arte distribuidas tanto en los interiores como en los exteriores de la Cartuja, que albergará esta exposición hasta el 11 de enero próximo.

Una de las obras, que ocupa una sala entera, es una especie de gran tiovivo del que cuelgan docenas de monociclos que penden a distinta altura, que se mueven mecánicamente y que, una vez en la sala, no dejan escuchar otra cosa que sus propios mecanismos, ya que están en permanente movimiento.

Otra de las obras que dejan boquiabierto al visitante es una especie de pecera llena de agua en la que flota verticalmente una reproducción de un brazo humano, cuya mano sostiene un lápiz apuntando hacia abajo de tal modo que, en su movimiento constante por la pecera, el lápiz va trazando líneas y puntos en el papel que hay en el fondo.

Además de vídeos y fotografías, técnicas presentes en casi todos los certámenes de arte contemporáneo, las cámaras están muy representadas en esta muestra, unas enfocan al visitante que se acerca para accionar algún mecanismo o bien lo retratan para enviar su imagen a una pantalla de vídeo gigante, entre otras acciones.

De este modo, es el visitante el que pone en marcha, a veces con su sola presencia, algunas de las obras o instalaciones, mientras que otras, sencillamente, han sido diseñadas para ser tocadas, muchas con resultados sorprendentes.

En esta edición, la Bienal se ha extendido por primera vez a Granada --lo ha intentado también en Córdoba, pero no ha sido posible por falta de patrocinios--, donde mañana será inaugurada la exposición en el Palacio de Carlos V, en el conjunto de la Alhambra, donde 24 artistas mostrarán 30 obras.

La BIACS también ha instalado obras o lo hará en breve, además de en la práctica totalidad de la Cartuja de Sevilla, en lugares de la ciudad de Sevilla como el aeropuerto, la estación ferroviaria, en la Torre de los Perdigones, en el Pabellón de Europa y, una instalación nocturna, en los Alcázares.

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