Cultura

Bibiana Aído: "El flamenco debe tener aún más presencia de la que tiene en Madrid"

La actual secretaria de Estado de Igualdad dirigió la Agencia Andaluza del Flamenco entre 2006 y 2008. Tras "el pedigrí" de la Unesco, espera que el Ministerio de Cultura se vuelque más con la causa a la hora de programar.

el 19 nov 2010 / 19:32 h.

-Aquí estamos de resaca flamenca. ¿Y por Madrid?

-Qué bien, cuánta alegría. Ha sido una noticia maravillosa, magnífica, que me llena de satisfacción por la parte que me toca. He decir que el flamenco ya era conocido, recnocido y valorado, pero el pedigrí que le acaba de otorgar Naciones Unidas es muy importante por muchísimas razones.

-Que me desgranará...

-Eso mismo. La primera, y creo que más importante, es el compromiso y la obligación que a partir de ahora tienen las Administraciones de proteger, conservar y dufundir el flamenco, lo que ya está por encima de partidos y de voluntades políticas...

-Administraciones no sólo de Andalucía, claro está.

-Efectivamente. Por otra parte, creo que va a beneficiar nuestro turismo cultural. Y también tiene su fuerza el anuncio que ha hecho el presidente de la Junta de estudiar las fórmulas para incorporar el flamenco a la educación, porque al fin y al cabo estamos ante una expresión cultural y artística de primer nivel, pero también, no se olvide, el flamenco es una de nuestras señas de identidad como pueblo.

Es verdad que el flamenco vive en todas partes, pero la cuna está en Andalucía. Y es por esto que es especialmente importante que en nuestra comunidad el flamenco se lleve a las escuelas y que nuestra gente joven conozca el pasado y presente de este arte.

Y luego, esta declaración del flamenco va a contribuir a difundirlo muchísimo más que cualquier campaña de publicidad que hubiéramos podido poner en marcha.

-Vale su peso en oro en términos de márquetin...

-Efectivamente.

-Le decía antes que lo de la Unesco entraña un compromiso para todas las Administraciones, no sólo las andaluzas, porque se echa en falta una política más definida por parte del Ministerio de Cultura sobre el flamenco. Hasta ahora, que yo sepa, hay apoyos, como el que brinda a la Bienal de Flamenco y otras iniciativas similares, pero no hay un diseño de programación flamenca como tal. ¿Cree que lo jondo debería tener más presencia en las políticas culturales del Estado?

-Bueno, el Estado está comprometido con la Ciudad del Flamenco de Jerez, que es uno de los proyectos más relevantes en la materia con vistas al futuro, y es de esperar que asuma un mayor compromiso en el tema de programación. Después, como ha dicho, el Ministerio de Cultura colabora con muchos festivales flamencos. Pero es cierto que la red de espacios públicos estatales también debería tener un mayor compromiso con la programación flamenca. La apuesta tiene que ser por más programación en los teatros públicos de Madrid. Ya se ha abierto esa puerta, caso del Auditorio de Madrid, donde la Agencia del Flamenco programa en colaboración con el ministerio. Y es ésta la línea que debemos seguir explotando.

-Las felicitaciones han sido generalizadas, pero aún así sigue habiendo determinados elementos subversivos que han querido, sin éxito, afear esta conquista restándole valor porque, por ejemplo, se haya conseguido lo mismo por parte de manifestaciones mucho más minoritarias como la cetrería. O cuestionando incluso el que se haya mendigado dos veces la declaración... Usted que ha peleado por esto, ¿qué análisis hace?

-Digan lo que digan ésos a los que usted se refiere, este reconocimiento le confiere al flamenco un mayor prestigio y, sobre todo, creo que le da el derecho a ganarse un mayor respeto frente a los que se han dedicado a denostarlo y a ridiculizarlo durante tanto tiempo.

-Durante su época al frente de la Agencia del Flamenco, ¿también se encontró como la directora actual con concejales o programadores que le cerraban las puertas a propuestas flamencas por considerarlas folclóricas o de menor nivel?

-Me encontré algunas situaciones en las que el flamenco se ridiculizaba, y me las he seguido encontrando después. Yo he recibido muchísimas críticas por haber estado al frente, durante un periodo de mi vida, de la Agencia del Flamenco. Hay quienes piensan que éste no es una expresión cultural de primer nivel y están permanentemente caricaturizándolo. Pero bueno, ahora tenemos un sello de calidad que se debe traducir, reitero, en un mayor respeto. Es cierto, el flamenco tenía conocimiento y reconocimiento, pero ahora tenemos un sello de calidad de Naciones Unidas. Es Naciones Unidas la que ha dicho ‘sí, os lo merecéis; ya estaba el flamenco reconocido pero ahora os lo vamos a reconocer de forma especial'. Y no se olvide, no es un reconocimiento sólo del flamenco, sino extensivo a la cantidad de personas que han luchado para esto, como es también un reconocimiento al pueblo gitano, porque han sido ellos los que con su voz y su guitarra han tarspasado fronteras para llevar lo jondo a todas partes.

-Usted que trabaja en Madrid rodeada de ministros y directores generales, ¿qué impresión hay en la capital del flamenco?

-Hay grandes amantes del flamenco, como Manolo Chaves, José Antonio Alonso, González-Sinde, Trinidad Jiménez... Todos ellos son de los que se pelean por las entradas para asistir a un espectáculo flamenco. Obviamente, hay también gente que lo conoce menos, pero en general hay una gran alegría por esta distinción. Se ha visto en las redes sociales, donde han llegado numerosos mensajes de felicitación.

-Antes se ha referido al anuncio del presidente andaluz de llevar el flamenco a las aulas. ¿Sería factible más allá de ser un mero recurso educativo?

-El flamenco debe tener su sitio en la educación al menos en Andalucía. ¿La fórmula? La deberá dilucidar ese grupo de expertos que se va a crear. E insisto: se trata de conocer no sólo expresión artística, sino también la propia historia.

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