Local

Bien de muchos, consuelo de todos

el 20 nov 2012 / 20:38 h.

TAGS:

Hoy en día, al mirar las noticias de cualquier medio de información, lo primero que pienso es que parece que no ocurre nada bueno en este mundo. Tristezas, desgracias y guerras se repiten una y otra vez. Desde mi infancia sólo he oído más malas noticias que buenas. Parece que lo que pasa de bueno en el mundo no es tan importante, o por lo menos se le presta menos atención. Se dice que "mal de muchos, consuelo de tontos", pero yo cambiaría esta afirmación para que fuese: "Bien de muchos, consuelo de todos". Me haría ilusión que la gente observara lo bueno que ocurre cada día, puede que así se sintiera más tranquila. Me gustaría que vieran que la gente es solidaria y que ayudan al de al lado cuando éste lo necesita.

¿Quién no ha tenido una mala época? Que levante la mano, si puede, alguien. Todos hemos tenido momentos y épocas donde las cosas no iban por donde queríamos; pero qué casualidad, para algunas personas esto ha sido lo que más les ha ayudado a superar algo y, además, en esos momentos te das cuenta de que siempre hay alguien dispuesto a ayudarte.

Estos salvadores nuestros que aparecen cuando necesitamos ayuda y consuelo existen y están a tu lado. Estas personas cercanas que nos dan cariño, consejo y su tiempo están siempre. Puede ser algún amigo de toda la vida, un vecino amable y a veces hasta algún desconocido que la vida te pone por delante para que sepamos que no estamos solos.

La generosidad existe, aunque no sea una gran noticia como para que esté en todos los medios de comunicación. La ayuda de personas siempre aparece cuando de verdad la necesitas. Puede que a veces lo hayas hecho tú, puede que te hayas dado a alguien, le hayas aconsejado, le hayas acompañado, le hayas alegrado unos momentos... Porque a veces no hace falta más, sólo estar al lado de quien lo necesite.

Al regalar algún detalle material esperamos que la persona que lo reciba se sienta bien y que le guste. Así nos sentimos satisfechos y pensamos que hemos acertado. Pero hay regalos que no son materiales y a todos nos han dado alguno así. Alguien te aconsejó, te animó y te calmó. Estos regalos no se compran con dinero, pero son los más valiosos que hemos recibido.

Prueba a dar un poco de tu tiempo a alguien cercano, trasmitirle tranquilidad con alguna buena noticia y verás cómo te sientes intensamente más reconfortado tú mismo. Se ha comprobado científicamente que quien más da, más recibe. Si haces reír a alguien, después te sientes tú contento. Si haces que alguien se sienta tranquilo notas tú más paz. Si en general contáramos buenas noticias a los demás transmitiríamos alegría, buen rollo y buena energía, y esto es un gran regalo, ¿no crees? Contar penas esta bien visto y es costumbre pero contar alegrías parece que nunca está de moda, no se practica por la sociedad ni por los medios de comunicación. A ti te hace feliz igual que a mí saber que la gente que quieres lo está pasando bien y que tiene todo lo que necesita. Te sientes contento y agradecido por ello, son las mejores noticias que deseas oír. Pero siempre hay situaciones que tú no puedes cambiar en general, pero sí en particular: tú puedes dar ánimos, hacer que los que te rodean tengan esperanza, que se ilusionen. Esto sí está en tus manos sólo siendo un poco más atento con la gente que tienes cerca y lo pasa mal. Pero que quede claro: si más das más recibes, si das alegría recibes más cariño, si das atención y amabilidad más te valoran...

Así que es mejor dar buenas noticias, y así tendremos consuelo todos y hasta tú puedes ser una persona salvadora para el que está cerca y lo necesite. No hace falta que sea Navidad para hacer regalos, ni tienes que gastar dinero si no tienes. Hace falta que valoremos más nuestra capacidad para ayudar y usarla todo lo que podamos. Ser solidario, altruista y amigo es la primera señal de equilibrio psicológico, es decir, la mejor prueba de que estás sano física y psicológicamente. Aunque sólo sea por cuidar tu propia salud, atrévete a ser altruista en la medida que puedas y sepas.

  • 1