Ley de Dependencia, expedientes de arraigo para inmigrantes, viviendas sociales, ayudas económicas. Éstos son algunos de los trámites que se realizan en las 13 Unidades de Trabajo Social. Una media de una por cada 50.000 habitantes, por debajo de la ratio que prometió el consistorio.
El Ayuntamiento tiene pendiente desde 2007 una reforma de los servicios sociales comunitarios distribuidos por los barrios. Era un compromiso de Gobierno y una exigencia de los sindicatos desde hace varios años. Ha habido ya varios amagos de paros, y numerosas denuncias de la saturación de algunas de las dependencias. Hay algunas como Este, en las que durante determinados periodos del año sólo pueden repartir cinco números al día. Hay colas incluso de madrugada. Pero las negociaciones con los sindicatos se bloquearon hace ya más de un año, y sólo ha habido algunos intentos en la última Navidad, que de momento no han tenido éxito.
El compromiso del pacto de Gobierno era claro: "Se aumentará el número de Unidades de Trabajo Social acercándolas a una ratio de una por cada 30.000 habitantes, mejorando la dotación para personal y para los programas de los Servicios Sociales Comunitarios. Tendrán modelos de organización y gestión más flexibles y adaptados a las necesidades de los barrios". Han pasado ya dos años desde aquel compromiso entonces liderado por al ex delegada Ana Gómez. Aunque ha habido avances, el ritmo es muy lento, situación que quiere cambiar el Consistorio en este curso.
En 2007, la Delegación de Bienestar Social lanzó una propuesta a los sindicatos: es necesario crear 100 plazas para cubrir las necesidades de las trece UTS de la ciudad. Fue el punto de partida de una negociación que quedó bloqueada meses después. "En estos dos años el trabajo ha aumentado con cuestiones como la ley de Dependencia y el aumento de los inmigrantes, pero no se ha revisado el modelo. Todo está parado", advierten desde UGT.
La Delegación de Bienestar Social celebró su última mesa técnica de trabajo en diciembre. Recientemente aprobó una revisión de la RPT destinada a las UTS de Tres Barios y Los Carteros, las últimas que han abierto sus puertas. Pero incluso la delegada, Emilia Barroso, admite que aún no son suficientes. Estaba proyectada una red con más de 20 UTS para acercar este servicio a los ciudadanos. El objetivo se ha rebajado a 17. Y no con la propuesta de incrementar en cien el número de puestos de trabajo. Aunque habrá incremento, será menor: se recurrirá a algunas de las plazas incluidas en la ampliación prometida de la RPT del Ayuntamiento, en la que los sindicatos fijaron como prioridad este área.
"Nuestro objetivo es cerrar este mandato con 17 UTS, lo que implica abrir una al año -una meta establecida en 2007, puesto que ya el ritmo debe ser superior-, pero vamos a revisar nuestros planteamientos. Queremos UTS más pequeñas pero más próximas", explica Barroso. Su propuesta implica usar los recursos humanos para abrir nuevas instalaciones en lugar de para reforzar las ya existentes y reorganizar a la plantilla. El proyecto, de momento, no encaja con las pretensiones sindicales.