Las banderas ya ondean en el Palacio de San Telmo para recibir a los más de 300 trabajadores que se trasladan estos días al edificio. Para dar comienzo al nuevo curso político, hoy se celebrará el primer Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía. La afluencia de trabajadores puede suponer una fuerte revitalización para los bares, tiendas y cafeterías de la zona.
"Ya teníamos clientes de la Junta antes y, ahora, supongo que volverán", declara Marcos, encargado de una cafetería en la calle San Fernando. Otra ventaja para estos comerciantes es que la zona de San Telmo carece de bares y cafeterías, por lo que muchos trabajadores se desplazarán a esta céntrica calle "para tomar un café o almorzar", según Luis, encargado de un bar de esta vía.
La restauración integral de San Telmo ha supuesto una inversión de 46.677.372,11 euros y 51 meses de trabajo en un proyecto de Vázquez Consuegra en el que se ha respetado la estructura del edificio. Ahora, este inmueble del siglo XVII albergará a centenares de funcionarios de la Consejería de la Presidencia, que regresan a la sede oficial tras cinco años de obras.
Aunque muchos clientes del Centro son turistas, los comerciantes reconocen que con las reformas realizadas en los alrededores de Puerta Jerez se ha fomentado la movilidad de la zona. "Pasea más gente por aquí y vienen nuevos clientes", asegura Marcos. Para Almudena, responsable de una heladería en Puerta Jerez, "las obras perjudican, pero la peatonalización es positiva", porque la gente que pasea por la zona "se para".
Sin embargo, el estreno de San Telmo llega con una nueva controversia: más reformas en el Centro. "Las obras traen ruido y suciedad, así no se puede trabajar. La cosa mejorará cuando terminen", comenta Rocío, dueña de un estanco en Puerta de Jerez. Y es que, a partir de septiembre, comenzarán las obras de peatonalización del Paseo de Roma -la vía situada entre el Paseo Cristina y el Palacio de San Telmo- con lo que, próximamente, sólo podrán circular por dicha calle vehículos de transporte público.
Para otros comerciantes se trata de una buena noticia. Manolo, encargado de un restaurante en Puerta Jerez, confiesa que "la cosa está muy mal", aunque está "deseando" que se inicien nuevas obras para que los trabajadores vayan a comer al local. "No queremos que terminen las reformas", reconoce. Por otro lado, la llegada de los trabajadores de la Junta puede suponer para ellos una nueva fuente de ingresos, aunque el panorama ante la crisis es desolador, según este trabajador.
El principal punto de discordia entre todos los comerciantes del Centro es que la afluencia de paseantes se dirigen a la Avenida de la Constitución, que ahora reúne a las masas, gracias a la importancia que ha obtenido con las obras de peatonalización, el tranvía o la nueva parada del Metro. Inocencio, empleado de un quiosco en el Paseo Cristina, admite que aunque se aprecia "más movimiento", la gente no se para en su local. Roberto, propietario de una tienda de alimentación en la calle San Gregorio, tiene claro que su principal problema es el acceso al Centro:"No podemos descargar mercancía, además, la gente que había no la hay ahora y todos se van para la Constitución". Sin embargo, afirma que la llegada de trabajadores "siempre es positiva", en referencia a los funcionarios de la Junta.
La mayoría coincide en que tras la tormenta de las obras siempre llega la calma. Sólo sectores como los taxistas o los cocheros discrepan en este punto, porque la competencia en movilidad es muy fuerte. "Hay demasiadas bicis", critica José, un cochero de Puerta de Jerez.
