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Bis de beduinos

Para los nostálgicos y los incansables, los Reyes Magos vuelven a desfilar por las calles de Sevilla

el 06 ene 2011 / 09:20 h.

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Con paraguas o al vuelo, pero siempre cargados de caramelos.

El seis de enero es el día en el que se sufre la resaca del azúcar, de los caramelos claro; el día en el que como haya niños en casa, quiera o no, es muy difícil que le dejen dormir más allá de las ocho de la mañana. Cuando ya se ha seguido la cabalgata la tarde anterior con auténtica entrega por ser el que más dulces recoge, cuando el sofá queda lleno de papel de regalo y su porción de roscón está debidamente ingerida, quizás muchos crean que el día de Reyes ya ha terminado por este año, ¿sólo resta limpiar las suelas de los zapatos de los pegajoso restos de caramelos? Puede ser, pero para los incansables y los que piden que la fiesta no decaiga, queda, como en todo buen concierto, el bis oficial.

Tanto en el barrio de Triana como en el de San Bernardo las carrozas vuelven a salir esta mañana a la calle para formar parte de las ya tradicionales cabalgatas del día de Reyes. Ya es costumbre que cada mañana del seis de enero se repitan en distintas zonas de Sevilla las procesiones de beduinos, bailarines, trompetas y tambores, y por supuesto de Reyes Magos. Desde las diez de la mañana hasta las dos de la tarde las calles trianeras se visten de temprano jolgorio para deleite de los niños que se han quedado con ganas de más, y puede que algún adulto; pese a que verdaderamente sean los pequeños los promotores de esta repetición serán sus padres o abuelos los que una vez más tengan que acompañarles. Comenzará y terminará en la Avenida de Coria, después su recorrido se encamina hacia la calle San Jacinto por la Plaza San Martín de Porres. Podrán seguirle el paso por la Avenida Santa Cecilia, la calle San Vicente de Paúl, Clara de Jesús Montero, Alvarado, Castilla, Callao San Jorge y volverá una vez más por la calle San Jacinto hacia la Plaza San Martín de Porres. Dejando Triana, la siguiente cita es en el barrio de San Bernardo.

Ya es tradición que cada año la Hermandad del mismo nombre, junto con otras corporaciones del barrio, realice especialmente para los niños la representación de la llegada de los Reyes de Oriente. Sólo quedan algunos detalles para terminar el día; primero contabilizar la colecta de caramelos que, de forma casi inevitable, se quedarán guardados y olvidados en algún cajón. También hay que ajustar cuentas a los premiados en el roscón, si le ha tocado la figura premio y si ha sido el haba le toca pagar el siguiente.

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