El ex primer ministro británico Tony Blair, durante cuyo mandato el Reino Unido entró de lleno en la guerra de Irak, deberá testificar a principios del próximo año 2010 en la investigación sobre el conflicto, según informó ayer el presidente de la comisión, John Chilcot.
Blair y otros políticos del gobernante Partido Laborista serán convocados entre enero y febrero de 2010 y algunos de ellos podrán ser interrogados más de una vez, según Chilcot, el líder de esta comisión independiente.
Aunque ya se llevaron a cabo varias investigaciones sobre distintos aspectos de la guerra de Irak, los críticos sostienen que quedan aún muchas preguntas por responder. Esta nueva investigación, que cubrirá el periodo entre el verano de 2001 y julio de 2009, evaluará la preparación de la invasión, la información de inteligencia usada para su justificación, el propio conflicto y la posguerra.
De ser necesaria una segunda declaración de Blair, se hará tras las elecciones generales británicas, que deberán ser convocadas como muy tarde en junio de 2010. Así se intentará evitar un posible menoscabo en la popularidad de los laboristas antes de los próximos comicios.
A pesar de que el Partido Laborista lleva desde 1997 en el poder, su cuarto mandato consecutivo suscita muchas dudas. Una crisis interna de la formación y la crisis económica mundial fortalece a sus rivales, el Partido Conservador y los Liberales Demócratas, y la popularidad del primer ministro, Gordon Brown, va cae en picado en las encuestas. La figura del líder británico fue perdiendo fuerza tras un intento ineficaz de resolver las crisis dentro de su partido y en un país golpeado por el paro y la recesión económica, situación que afectó también a la moneda británica.
Ahora con la investigación sobre la guerra de Irak, que contó con mucha oposición dentro de la sociedad británica, se teme que los laboristas pierdan aún más apoyos entre su electorado. Sin embargo también hay quienes intentan renovar y reunificar el partido y la imagen que proyecta para poder hacerse con su cuarto mandato consecutivo. Esta tarea se presenta más que difícil, según se desprende de los últimos sondeos, en los que se plasma la pérdida votos.
