La Compañía Nacional de Teatro Clásico estrenó anoche en el Lope de Vega su adaptación de La vida es sueño, mítica obra barroca de Calderón de la Barca, versionada por Juan Mayorga, que podrá verse hasta este domingo en Sevilla. Esta pieza, dirigida por Helena Pimenta, respeta la reflexión original que su autor plantea sobre el libre albedrío. ¿Está nuestro destino predeterminado o el futuro se escribe cada día? Este debate ya fue introducido en pleno Siglo de Oro por este dramaturgo, en un momento histórico de profunda crisis, que presentaba ciertas similitudes con el presente, lo que mantiene toda la vigencia de la universal historia de Segismundo, príncipe encerrado por su padre que llega a no saber si vive o sueña, pero que acaba tomando las riendas de su sino.
La directora de la compañía, Helena Pimenta, encargada de actualizar este clásico, presentó ayer en Sevilla el espectáculo acompañada por parte de su reparto, encabezado por Blanca Portillo, Premio Nacional de Teatro 2012, que encarna a Segismundo. Según dijo la directora, el autor encontró en esta pieza la forma de representar una experiencia universal, la de quien, al mirar a su alrededor, se pregunta si vive o si sueña.
Portillo, arropada por un reparto formado por Marta Poveda, David Lorente, Fernando Sansegundo, Rafa Castejón, Pepa Pedroche, Joaquín Notario o Pedro Almagro, entre otros, aseguró que en esta obra ha apostado por el trabajo en equipo frente al individualismo. "Esto no tiene mérito, porque en el teatro, como en la vida, los individuos valen si se unen a otros", apuntó la intérprete, que aseguró que la compañía pública ha puesto "toda la carne en el asador".
Marta Poveda, que encarna a Rosaura, destacó que desde que arranca la función, la acción no decae durante las dos horas que dura: "El espectador recibe la misma pasión que sentimos nosotros sobre el escenario, todo es clímax. Los personajes acaban haciéndose dueños de sus propias vidas, para bien o para mal".
En este sentido, Fernando Sansegundo, que da vida a Clotaldo, incidió en que en esta obra queda claro que "no existen decisiones inofensivas". "Cada cosa que haces trastoca la vida de los demás", advirtió el actor, para quien en estos tiempos "hace falta más prudencia, porque se están tomando decisiones, que afectarán a la sociedad, con demasiada frivolidad".
El actor Joaquín Notario, que representa a Basilio, insistió en lo trepidante de la acción: "La obra no te invita a reflexionar durante dos horas, sino que te hace navegar por la acción para que el público saque sus conclusiones luego".
En esta valoración coincidió Portillo, para quien este texto del Siglo de Oro contiene pasajes imprescindibles en la actualidad, entre los que citó el discurso final del príncipe Segismundo a la ilustre corte de Polonia -país donde transcurre la acción-. "Ojalá todos los políticos de este país aprendieran a leer ese texto", dijo antes de citarlo: "La Fortuna no se vence/ con injusticia y venganza/ porque antes se incita más;/ y así, quien vencer aguarda/ a su fortuna, ha de ser/ con prudencia y con templanza". A su juicio, "todo político debería ser prudentes y escuchar".
Además de los intérpretes, esta versión incluye música barroca en directo y conserva el riquísimo lenguaje en verso de Calderón, "un nivel de belleza literaria insospechado", según subrayó Portillo. La obra podrá verse todos los días a las 20.30 horas, excepto el domingo, que la función comenzará a las 19.30 horas. El precio de las entradas está entre 4 y 21 euros. -->-->
