El Gobierno descarta abrir una ronda de contactos con el resto de partidos políticos porque les corresponde al Ejecutivo y al Parlamento que salgan elegidos el 20 de noviembre "gestionar el nuevo tiempo" tras el comunicado de ETA de que cesa su actividad terrorista de manera definitiva, una tarea que hay que afrontar con "inteligencia y prudencia".
Así lo manifestó ayer el portavoz del Ejecutivo, José Blanco. Se trata de toda una invitación al PP a que se implique y tome decisiones que no tienen por qué satisfacer a sus votantes en cuanto -como prevén todas las encuestas- gobierne en España tras las elecciones generales del 20 de noviembre.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Blanco añadió que tampoco es el momento de hablar de qué puede pasar con los presos de la organización terrorista y se remitió reiteradamente al comunicado del jueves del presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, en el que éste destacaba que la democracia seguirá sin terrorismo, "pero no sin memoria" y que el anuncio de ETA suponía una "victoria del Estado de Derecho sin condiciones" que deberá gestionar el Gobierno entrante, no el saliente, "manteniendo la unidad de los demócratas".
"Con toda prudencia -incidió ayer Blanco- el diagnóstico que hace el Gobierno y que ha sido compartido por el conjunto de partidos democráticos es que ayer [por el jueves] asistimos a la confirmación de la derrota del terrorismo. Estamos en un nuevo tiempo y le corresponde al nuevo Gobierno y al Parlamento que salga de las urnas gestionar ese nuevo tiempo", reiteró repitiendo frases textuales del discurso de Zapatero del día anterior y de nuevo dejando clara la idea de que el PP tendrá, si gobierna, que hacer una política más inteligente que partidista.
De esta manera, Blanco rehusó especificar, por ejemplo, si la decisión de ETA puede influir en la eventual impugnación de las candidaturas presentadas por Amaiur -el nuevo nombre de la coalición abertzale- para las elecciones generales o si el Ejecutivo considera que el vigente Pacto Antiterrorista servirá para afrontar el trabajo que ahora hay por delante o será necesario sellar un nuevo acuerdo. "Ésas son preguntas que no tienen respuesta", zanjó.
Sobre la posibilidad de que el Ejecutivo haga algún gesto a los presos de la banda terrorista, como algún acercamiento a cárceles vascas o navarras como ha ocurrido en el pasado, el ministro subrayó que ahora "no toca hablar de eso" y que lo que se decida en este terreno tendrá que hacerse "con el acuerdo de todos los partidos", sabiendo "que la política penitenciara forma parte de la política antiterrorista".
De nuevo, otro llamamiento al PP para que actúe junto a los socialistas en terminar de resolver la cuestión de Estado del País Vasco. "Hemos llegado aquí con prudencia, inteligencia y unidad. Ésa ha sido la regla que ha seguido el Gobierno y es la regla que, a nuestro juicio, deben seguir el próximo Parlamento y el próximo Gobierno", remarcó. Aunque Zapatero no tiene, por tanto, previsto abrir una ronda de contactos con el resto de fuerzas políticas, La Moncloa sí respalda la apertura de contactos que ha anunciado el lehendakari, Patxi López, para sumar "a todas las fuerzas democráticas del País Vasco", una ronda de conversaciones en las que el presidente autonómico ha incluido a Bildu.
En cualquier caso, Blanco garantizó que "el Estado de Derecho va a seguir funcionando", se continuarán aplicando las leyes y "se va a ir gobernando". "Tenemos que seguir trabajando el futuro para seguir avanzando desde la unidad de los demócratas", agregó, e hizo hincapié de nuevo en que la tarea fundamental corresponderá al "próximo Ejecutivo y las nuevas Cortes".
El portavoz gubernamental no obstante sí fue más claro en otros terrenos y así rechazó que sea "precipitado" hablar ya del final de ETA cuando la banda no ha anunciado su disolución ni la entrega de las armas. A su juicio, admitir que la que dio la organización este jueves es "la noticia más esperada de la democracia" no es más que "la constatación de un hecho" en el que, además, coincidieron el presidente del Gobierno y el líder del PP, Mariano Rajoy.
También valoró que ambos destacaran que ETA dio el paso del cese de la actividad terrorista sin que se le haya hecho "ninguna concesión" por parte del Gobierno. "Con toda prudencia, el diagnóstico que hace el Gobierno, y el que hicieron ayer los partidos democráticos es que asistimos a la confirmación de la derrota del terrorismo", resumió.
Blanco quiso asimismo replicar a las afirmaciones realizadas por la izquierda abertzale, que demanda al Ejecutivo central una respuesta rápida al comunicado de cese de la violencia de ETA a la vez que puntualiza que el cese de la actividad terrorista no supone el "fin de conflicto político".
"Las discrepancias políticas están dentro de la normalidad democrática", contestó Blanco, antes de enfatizar que lo "importante" es que a partir de ahora "sólo habrá política y no terrorismo". Además, aclaró a la izquierda abertzale que la respuesta del Gobierno a la decisión de la banda "no se hizo esperar" porque fue expresada apenas dos horas después mediante el comunicado leído el jueves por la noche por Zapatero.
El anuncio del cese de la violencia por parte de ETA se produjo el jueves por la tarde, mediante el envío a los diarios vascos Gara y Berria de un vídeo y un comunicado. Además de exponer el cese definitivo del terrorismo, ETA emplaza a España y Francia a dialogar con la banda para resolver "las consecuencias del conflicto", El mensaje de la banda terrorista recordó a las víctimas de su lado, pero pasó por alto a las 829 personas que ha asesinado desde 1960.