Cultura

Blas Vega: «La pureza es un cuento ya desmitificado»

Ayer quedó clausurado el Congreso del centenario de Manolo Caracol con un balance que, si bien para los organizadores ha sido positivo, se nos antoja pobre de contenido.

el 16 sep 2009 / 02:26 h.

Ayer quedó clausurado el Congreso del centenario de Manolo Caracol con un balance que, si bien para los organizadores ha sido positivo, se nos antoja pobre de contenido. Sin embargo, la clausura resultó de una brillantez extraordinaria gracias a las dos magníficas conferencias de José Blas Vega y Antonio Murciano.

Se ha perdido una gran oportunidad para conocer a fondo la vida y la obra del genio sevillano, por muchas flores que se echen los organizadores. El equipo ha trabajado mucho, capitaneado por Rafael Infante, que es un hombre cariñoso y trabajador, pero el problema no ha estado ahí sino en el desconocimiento de la vida y obra de Caracol, lo que nos ha privado de poder disfrutar de un congreso con aportaciones y, sobre todo, de debate.

Sin embargo, la presencia ayer de José Blas Vega fue una garantía de éxito, porque el flamencólogo madrileño es un investigador nato y tiene el archivo de flamenco más importante del mundo. Ultima los detalles de una buena biografía de Caracol y era imprescindible su concurso en este congreso, al que ha asistido encantado a pesar de que lucha contra un cáncer desde hace algún tiempo.

Habló sobre la primera época del maestro sevillano, desde finales de los años 20 hasta el inicio de los 40, con una profusión de datos hasta ahora inéditos, que maravilló a los asistentes. Entre dato y dato, el escritor y flamencólogo fue mojándose -como es costumbre en el maestro- en asuntos de interés como el de la pureza, "un cuento ya desmitificado", la ópera flamenca, "operistas fueron todos", y la cicatería de ciertos flamencólogos a la hora de valorar la obra de Caracol y sus aportaciones, "de una importancia indiscutible", aseguró Blas Vega.

El italiano Ángelo Pantaleone, por su parte, leyó una interesante ponencia sobre la influencia del Concurso de Cante Jondo de Granada, de 1922, donde uno de los ganadores fue Manolo Caracol con sólo 12 años. Cuestionó la eficacia de este certamen y cómo su fracaso minó la moral flamenca de Falla y Lorca hasta tal punto que les afectó en sus obras posteriores.

De interesantísima podemos calificar la ponencia del joven Javier Vázquez Morilla, que trató sobre El Tenazas y Manolo Caracol. Diego Bermúdez Cala El Tenazas compartió premio con el Niño Caracol en el certamen granadino y logró una fama espectacular. Chacón llegó a declarar en Granada, cuando lo escuchó cantar, que era lo más grande que había escuchado en su vida, aunque era un absoluto desconocido hasta aquel año. Según Vázquez Morilla, su trato con Silverio Franconetti no debió de ser importante, si es que llegó a conocerlo. Mostró también en una pantalla una gran cantidad de documentos no sólo sobre El Tenazas, sino sobre el Niño Caracol. Y desveló algunos secretos sobre La Andonda, asegurando que era de Ronda y no de Morón o de Triana, como se ha venido asegurando desde hace muchos años.

Pero el que cortó orejas y rabo fue el poeta arcense Antonio Murciano. Como tuvo mucho trato con Caracol por su condición de poeta y productor discográfico, el de Arcos optó por contar sus vivencias con el maestro y, en una charla extensa y exquisita, se ganó a los congresistas. Contó algunas anécdotas muy buenas y desveló secretos del genio. Al final se emocionó leyendo un poema dedicado a la muerte del fenómeno, emocionando también al público.

Si los demás días de este congreso hubieran tenido el mismo nivel de la clausura, estaríamos hablando de un éxito rotundo de este congreso. Pero no ha sido así. Apenas han venido investigadores, los artistas han brillado también por su ausencia, la crítica especializada se ha dejado ver poco y, sobre todo, del congreso sólo va a quedar un libro-cedé, un especial de la revista Alboreá y una pregunta sin respuesta: ¿Qué clase de cantaor era Manolo Caracol? A lo mejor nos lo dicen en las Rutas Flamencas?

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