La Challenger Copa Sevilla se queda sin jugadores andaluces antes de la penúltima ronda. Agustín Boje y Pablo Santos cayeron en partidos que bien podían haber acabado en sus manos. El sevillano ha jugado un gran torneo, pero se queda con un sabor agridulce.
En estas últimas semanas Agustín Boje, subcampeón de España júnior en 2006, ha roto en tenista con un horizonte mucho más amplio del puesto 627 ATP que ocupaba al inicio de semana. Está jugando a un gran nivel. A sus 21 años ha demostrado que ya tiene poso para ser competitivo en torneos challenger, donde no había pasado hasta el momento ninguna ronda. Ha sabido aprovechar muy bien el wild card que le concedió el torneo para contabilizar la progresión de su tenis, ahora que vuelve al paraguas del Centro de Tecnificación Blas Infante que gestiona la Federación Andaluza. Y pudo ser mejor.
Porque ayer bien pudo derrotar al barcelonés Albert Ramos, quien tuvo el mérito de aprovechar sus oportunidades en un partido igualado. El zurdo de Utrera también dispuso de bolas para decantar el duelo y no lo hizo. Con 4-4 en el primer set tuvo punto de break. Después, con 1-0 a favor se volvió a repetir el caso para escaparse en la manga. Tampoco. No fueron las únicas. Una lástima. "A veces me faltó valentía y en otras se me fueron por arriesgar", explicaba el sevillano, que se lleva un botín importantísimo de 15 puntos. Ha ganado a un jugador como el alemán Simon Stadler que ha sido 140 ATP y ha pasado tres rondas en Wimbledon. "En unos días estaré más satisfecho, pero ahora pienso que lo tuve ahí". Boje se marcha ahora a Portugal para jugar dos torneos de 15.000 dólares.
La jornada despidió también al granadino Pablo Santos, víctima del brasileño Julio Silva (7-6, 4-6, 6-2), que se medirá hoy en semis a Ramos. En la otra, una final anticipada: Pere Riba, campeón de 2008, ante Santiago Ventura.
