-Tras amagar tanto con su marcha, ¿le ha pillado por sorpresa que Antonino Gallego dejara la Alcaldía ahora?
-Con el tiempo que llevo a su lado tenía clarísimo que se iría pronto y que lo haría por la puerta grande. No se ha ido por que el pueblo haya querido, sino por que consideró que se había acabado un ciclo. Y se fue con la certeza de que trabajó duro por su pueblo y que logró numerosos éxitos. Aunque fue un trabajo en equipo, fue la imagen representativa no sólo del PP de Bollullos, sino también del Aljarafe.
-¿Cómo superará el PP esa ausencia del que ha sido su gran baluarte en el Aljarafe?
-Es difícil cubrir el vacío que se queda. Pero hay alcaldes del PP que están haciendo un buen trabajo en Tomares, en Espartinas o en Pilas. Hay personas detrás que están perfectamente preparadas para cubrir ese vacío. En mi caso particular, no es que vaya a ocupar ese vacío, pero haré todo lo posible para que Bollullos siga siendo un referente del PP.
-Lo que sí que tiene es que siente Bollullos desde pequeño, ¿tanto ha cambiado su pueblo?
-Nací y crecí en Bollullos y me casé con una sevillana, que quiso que viviéramos aquí. Los 34 años que tengo los he vivido en Bollullos. Y detecto cambios fruto del trabajo constante y de sacar adelante proyectos que antes pasaban de largo. Ya ocurrió con la Expo 92, cuando se actuó en lugares más alejados como Benacazón o Sanlúcar, donde se construyeron hoteles. Sin embargo, se ha demostrado que el desarrollo de un municipio no depende de otros. Bollullos ha pasado de ser un pueblo agrícola a tener un fuerte sector terciario e industrial. Eso se ha logrado al sacarle todo el jugo a ese nudo de la A-49. Fruto de eso está el polígono industrial PIBO.
-Bollullos ha crecido gracias en parte a la empresa, ¿no cree que le será difícil encontrar inversores con esta crisis detrás?
-Es difícil encontrar inversores pero los hay. Hay muchos proyectos importantes en el municipio, como terminar el pabellón cubierto. En eso las administraciones tenemos que cambiar el chip y lo que eran antes ingresos de dinero vía convenio urbanístico ahora se tiene que pensar en concesiones administrativas.
-Al menos está el Potaus y las áreas de oportunidad, cómo la ampliación del PIBO. ¿Ahí habéis encontrado inversores?
-Primero tenemos que adaptarnos a la LOUA, pero llevamos tres meses trabajando en su desarrollo. Se trata de un momento único para poder diseñar y definir sobre el papel cómo será esa área de oportunidad, ya que, aunque quisiéramos, no habría ninguna empresa ni un banco que pusiera dinero para urbanizar.
-Y en ese trabajo de desarrollo, ¿cómo es el nuevo PIBO?
-La intención es lógicamente que el nuevo PIBO tenga mucha actividad comercial. La ampliación debe ser un complemento de lo que ya hay. El PIBO está un poco desfasado en la medida en que es un parque industrial que tiene una actividad reducida al día y a partir de las ocho son espacios muertos. Y necesita un cambio. El futuro de las ciudades debe ir dirigido a incluir zonas con diferentes usos. ¿Por qué alguien no puede vivir y trabajar en el mismo sitio, incluso divertirse? Ése es el único futuro de la ciudades y que esperamos que sea también el del PIBO.
-Un sueño del anterior alcalde era la ciudad deportiva de Sevilla, ¿hay alguna remota posibilidad de que llegue?
-La ciudad deportiva está totalmente descartada. Era un proyecto muy bonito y es una pena. Pero a día de hoy no es posible.
