Era la crónica de una salida más que anunciada. El Ayuntamiento de Bormujos siguió finalmente los pasos de Mairena del Aljarafe y Tomares y ratificó su marcha del consorcio del taxi del Aljarafe. La salida se formalizó en el pleno de este jueves con el respaldo del equipo de gobierno -PP y los independientes del PDB-, mientras que el PSOE se abstuvo por las dificultades que comtempla en esta marcha. La alcaldesa de Bormujos, Ana Hermoso (PP), justificó la marcha a petición de los cinco taxistas del municipio, según explicó en un comunicado.
La regidora aclaró que los taxistas reclamaron esta decisión al considerar que pertenecer al consorcio no colmaba sus expectativas y resultaba perjudicial para sus intereses. En ese sentido, precisó que el área de prestación conjunta del taxi, que engloba toda la comarca, no les permitía rentabilizar el servicio que genera la presencia del hospital San Juan de Dios del Aljarafe o la universidad CEU San Pablo en su término municipal. De esa manera, la razón de la retirada es similar a la de los taxistas de Tomares, que se quejaban de la invasión de los conductores de la segunda corona en sus principales paradas, como es el caso del Gran Casino del Aljarafe.
La mandataria comentó que, una vez decidido en el pleno, los taxistas pasarán a regirse por las ordenanzas del pueblo y que en el Ayuntamiento de Bormujos están abiertos a estudiar la concesión de más licencias. "Porque queremos que se genere empleo en el pueblo", dijo. Sin embargo, la oficialidad de la marcha de Bormujos del consorcio no se producirá hasta que se resuelva toda la tramitación, que pasa en primer lugar por hacer llegar esta decisión a la Mancomunidad del Aljarafe y ésta a su vez deberá elevarla a la Junta de Andalucía, que tendrá que formalizarlo.
Bormujos resuelve así una retirada del consorcio que se esperaba desde que el Ayuntamiento de Tomares anunciara a finales del pasado mes de septiembre su salida. Es más, el pleno ya había aprobado una decisión similar a finales del pasado mes de marzo con el apoyo de todos los grupos municipales, aunque días después precisaron que esta salida estaba condicionado a un margen de tiempo dado a la Mancomunidad del Aljarafe para reconducir el servicio.
Bien es cierto que desde que se desencadenó esta crisis en el sector a finales de 2009, Tomares y Bormujos, ambos con alcalde del PP, siempre han ido de la mano en sus decisiones. Sin embargo, el primero que abrió esta puerta de salida fue el Ayuntamiento de Mairena del Aljarafe, gobernado por el PSOE, que confirmó su marcha en diciembre de 2009 por "la falta de regulación del servicio", según argumentó en su día el alcalde, Antonio Conde.
El presidente de la Mancomunidad del Aljarafe, José Vicente Franco, intuía la marcha de Bormujos y ya avanzó que el servicio "funciona bien" y que sobrevivirá "aunque falten uno o dos municipios". Sin embargo, la salida de esos tres municipios supone la no presencia del consorcio en paradas consideradas claves por el flujo de clientes en el área metropolitana, como es el caso de la estación del Metro de Sevilla (Mairena del Aljarafe), el Gran Casino Aljarafe (Tomares) o la universidad CEU San Pablo y el hospital San Juan de Dios del Aljarafe (Bormujos).
La marcha de Bormujos se hizo oficial justo el mismo día en el que se debatió la posibilidad de que la Diputación de Sevilla recondujera el servicio, algo que fue finalmente descartado en el pleno. Sin embargo, sí sirvió para ver un cierre de filas de la institución provincial en pos del "buen funcionamiento" del servicio. La diputada provincial de Turismo e Innovación, Dolores Bravo, señaló que el área de prestación conjunta del taxi "cuenta con el apoyo de la gran mayoría de los alcaldes y de los 135 taxistas que conforman el territorio". También insistió en que las críticas vienen "de unos cuantos taxistas, porque las asociaciones de usuarios no han emitido ninguna queja".
Coincidió también en que los problemas que está sufriendo el sector no son del sistema, sino que se han producido como consecuencia, en primer lugar, de la crisis, que reduce drásticamente el número de clientes, y en segundo, de la llegada del suburbano, que hace que los usuarios opten por un medio de transporte que les sea más barato para trasladarse hasta la capital hispalense.
